Reportaje | Una labor con mucha ciencia en Pazo Baión, donde no todo vale en el cubo

Reportaje | Una labor con mucha ciencia en Pazo Baión, donde no todo vale en el cubo
Un temporero corta uvas en la singular finca de la cooperativa Condes de Albarei | g0nzalo salgado

La otra cosecha es la de puestos de trabajos creados para realizar las tareas de vendimia. Son muchos los jóvenes que, a través de empresas de trabajo temporal, consiguen un dinero extra en septiembre o que lo compatibilizan con otros empleos. Es el caso de Eric Martínez, un joven de 27 años de Portonovo. “No verán traballo como camareiro e cando remata a tempada engancho coa vendima”, contaba ayer en Pazo Baión. 
El joven se ha mudado recientemente a Vigo para encontrar más posibilidades en el sector de la hostelería que, reconoce, no es la mejor alternativa para disfrutar de un puesto de trabajo estable. Su compañero de parra, Daniel Otero, también tiene experiencia. Hace tres años que es temporero en diferentes bodegas, aunque ya antes echaba una mano a su suegro. Quiere conseguir un dinero a mayores del que le ofrece su empleo. Ambos relataron que no se trata de un trabajo realmente duro. “É fácil, pero hai que ter ollo e non botar todo para adiante, sen seleccionar. Non obstante, e cortar e botar, non ten ciencia ningunha”, explicó Martínez. 
 En ello coincidió Manuel Diz, uno de los más veteranos de la vendimia de Pazo Baión. “Este trabajo no mata a nadie, se lleva de maravilla”, manifestó. Hace 10 años que llegó por primera vez a la singular finca de Condes de Albarei procedente del Servizo de Prevención e Atención de Drogodependencias de Vilagarcía (SPAD) como parte del programa especial de la bodega. 
Cabe recordar que cuando la cooperativa cambadesa se hizo con el pazo en subasta pública y tras su incautación al narcotraficante Laureano Oubiña, el contrato obligaba a la puesta en marcha de un programa laboral y social para la contratación de toxicómanos en rehabilitación. 
Diz fue uno de los primeros y no falta a su cita cada mes de septiembre (en total, este año se ha empleado a 10 personas en esta situación). La única queja del temporero era falta de trabajo el resto del año (está cobrando una Risga) porque el ambiente en la bodega y el trabajo le satisfacen. Y como la experiencia es un grado, el vilagarciano confirmaba lo dicho por todos, que el fruto “está perfecto, no tiene nada de podredumbre ni verde”. Explicó que el trabajo en Pazo Baión es además meticuloso porque “elaboran un vino selecto” y no todo vale en el cubo. 
Llamadas para ir en vendimia 
Mientras Diz hablaba, un grupo de turistas holandeses se concentraban a las puertas del complejo para una visita. Y es que Pazo Baión es también un proyecto enoturístico cada vez más valorado y el tiempo de vendimia resulta cada año más atractivo para los visitantes. Fuentes de la firma explicaron que, si bien la “época fuerte” es el verano, cada son más los visitantes que eligen las Rías Baixas como destino para sus vacaciones de septiembre y llaman “pedíndonos que lles avisemos cando comece a vendima”. Y es que se trata de un momento culmen que muchos quieren vivir. Todavía no es como los cerezos en flor del Jerte, pero tiempo al tiempo. l

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