Reportaje | Las mareas vivas profundizan el deterioro de la playa de A Carabuxeira

Reportaje | Las mareas vivas profundizan el deterioro de 
la playa de A Carabuxeira
Las mareas vivas continúan haciendo mella en los accesos al arenal | d.a.

 
A ello se suman ahora las mareas vivas que se registran en estos días que ya han provocado que el oleaje continúe mermando el ya escaso árido de la playa y afectando las estructuras de las viviendas aledañas.
Y no queda ni rastro de la solución temporal adoptada por el Concello en las escaleras de acceso a la playa con aportes de arena acometida este verano. “El oleaje tiene cada vez más altura y, por tanto, el desgaste es mayor. Con mareas vivas la altura es de siete escalones”, señala una de las propietarias de la zona.
Cabe recordar que el gobierno local pretendía realizar un primer aporte de arena el pasado verano, concretamente 14.000 metros cúbicos de árido, después de recibir el visto bueno de Costas. Los “trámites burocráticos”, apuntan fuentes municipales, han impedido hasta el momento que se realizase este depósito de árido procedente de Portugal.

Los planes previstos para el entorno son muchos más ambiciosos que la simple aportación de arena e implica a Concello, Costas y Portos.

El proyecto de recuperación de la playa de A Carabuxeira que estará valorado finalmente en 1.929.914 euros y contempla un plazo de ejecución de las obras de doce meses.

Para ello propone la construcción de un paseo marítimo de 360 metros de largo y tres metros de ancho con el mobiliario propio de una infrastructura de este tipo con barandilla, bancos, farolas y papeleras.


La ejecución de este paseo conlleva la mejora de todos los accesos que tiene la playa, los tres que son públicos y los nueve accesos privados que utilizan las viviendas particulares.

El proyecto contempla la aportación de 24.500 metros cúbicos de arena similar a la que ya se trajo para la playa de Silgar y que procedía de la desembocadura del río Mondego en Foz, Portugal. De manera que la playa pueda recuperar las condiciones que tenía en el año 1975.

Después de un minucioso estudio de la orografía de la costa y del comportamiento de las mareas y el oleaje, el proyecto propone la construcción de dos diques aprovechando la configuración de los bajos rocosos de la playa. Se trata de una solución que garantizaría la contención de la arena y a la vez supone el menor impacto posible. El proyecto será realizado entre las tres administraciones.

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