Reportaje | “Téñome saltado eu a orde de afastamento que pesa sobre meu ex marido porque non teño quen entregue aos nenos”

Reportaje | “Téñome saltado eu a orde de afastamento que pesa sobre meu ex marido porque non teño quen entregue aos nenos”
Las directivas de la asociación Esmar presentaron ayer la iniciativa que llevarán a todos los concellos | gonzalo salgado

La asociación de apoyo a las mujeres víctimas de violencia de género Esmar se ha propuesto firmemente conseguir un Punto de Encontro Familiar (PEF) comarcal para acabar con la situación de desprotección que padecen muchas mujeres, pero sobre todo pensando en el bienestar de los menores que siempre, sea o no una separación conflictiva, deben afrontar la nueva realidad de la mejor forma posible y contar con apoyo para tener una relación normalizada con sus progenitores y familiares. Y es que la situación ya es insoportable y casos como el de una de sus vocales, Mar Landín, son la gota que colma el vaso. 
Esta vilanovesa relató en primer persona los problemas que entraña que O Salnés carezca de este servicio. Ella es una de esas víctimas en régimen de alejamiento. Su exmarido tiene prohibido acercarse a ella a menos de 300 metros y la opción recibida para cumplir el régimen de visitas era acudir a Pontevedra, donde está el punto más cercano. Sin embargo, el desplazamiento y el coste se hacían imposibles, así que Mar optó por la alternativa seguida por otras muchas salinienses: establecer la entrega en la puerta de la Casa Consistorial. “Sempre estás dependendo de alguén e, ás veces, é imposible, así que téñome saltado o meu réxime porque non teño quen me entregue aos nenos ou ter que pedirlles que baixen sós do coche; non me parece lóxico que teñan que pasar por isto”, contó. Y la situación aún puede ser peor. “Antes os levaba eu e os meus fillos vivían situacións de tensión cando o seu pai me insultaba e gritaba”, añadió. 
“Urxe moito” 
Es por todo ello que Esmar iniciará la semana próxima una ronda de peticiones de entrevistas con todos los alcaldes para que lleven a sus respectivos plenos la propuesta de instar a Vicepresidencia de la Xunta a poner remedio a esta carencia, que “urxe moito porque, por desgraza, o número de vítimas vai en aumento”, añadió su presidenta, María del Carmen Torres, que también compareció ayer junto a la vicepresidenta, Soledad Cores, y María Ordás, la tesorera. 
Además de prevenir casos tan graves como los de su socia, que ha tenido que encontrarse con su agresor, las directivas recordaron que estos centros actúan como intermediadores y supervisores en otros casos conflictivos y cuentan con personal que puede realizar “intervenciones complementarias como un programa psicoeducativo para alcanzar la normalización de las relaciones familiares y promover actitudes positivas para reducir el impacto de la nueva situación, porque el bienestar de los niños es lo más importante”, apuntó Ordás. 

Continuidad de las relaciones
Pero también se “facilita ás familias o cumprimento do réxime de visitas e favorece que a relación do menor co entorno familiar non se vexa interrompida”, agregó Landín. Asimismo, evalúan los casos y, en caso de  ser necesario, pueden derivar a los usuarios a servicios de atención a víctimas de violencia de género o de otro tipo. Además de que al tratarse de un entorno controlado, disuade comportamientos de los padres y las madres que puedan generar conflictos frente a los niños.
Ya el Centro de Información á Muller (CIM) de O Salnés había planteado la necesidad de crear este punto de encuentro comarcal, pero Esmar no ha vuelto a tener noticias y no quieren esperar más. “Hai un claro sinal de alarma social e hai que seguir mellorando e reforzando as medidas de protección e atención”, aportó su presidenta. l

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