Reportaje | Un viaje que remueve recuerdos y acaba con 14 años de ausencias

Reportaje | Un viaje que remueve recuerdos y acaba con 14 años de ausencias
Las hermanas isleñas María José y Rosa Bóveda (de blanco y con un pañuelo rosa) llevaban 14 años sin verse | cedida

Una comitiva saliniense desembarcó el miércoles en la villa alemana de Cuxhaven para asistir a la primera Festa do Albariño en el extranjero, tras recibir el título de Interés Turístico Internacional. En sus filas no faltan las autoridades de rigor, pero también hay una treintena de vecinos, muchos de los cuales son protagonistas del fenómeno de la emigración gallega a Europa y estuvieron toda una vida en esta y otras localidades de la cuenca del Elba.  Así que también fue momento de rememorar y de reencuentros. Quizás el más emotivo fue el de las hermanas isleñas María José y Rosita Bóveda Blanco.   
Hace 14 años que el destino las separó poniendo de por medio los 2.400 kilómetros que separan A Illa y Cuxhaven. El alcalde isleño, Carlos Iglesias, explicó que el marido de la hermana alemana no está en disposición de viajar por enfermedad y por ello tanto tiempo desde el último encuentro. El resto de la comitiva vivió con gran emoción este momento y hasta la regidora de Cambados, Fátima Abal, tuvo la oportunidad de conocer a un primo carnal de su madre. “Os meus avós emigraron a Pinneberg e teño e primos en Alemania, aínda que non perderon o contacto porque veñen a Cambados asiduamente”, relató. 
Reencuentro con los “netiños” 
Los arousanos que regresaron también vuelven de vez en cuando porque muchos dejaron allí a sus hijos. Es el caso del matrimonio formado por el cambadés Roberto Piñeiro Roma y la isleña Dolores Bermúdez Cores. Van dos o tres veces al año para ver “aos netiños”. La vida les llevó a  conocerse en Alemania, donde él trabajó durante 44 años en una fábrica de cartón y ella, que llegó con su madre, estuvo casi 50 años en aquellas tierras. “Pasamos unha vida moi bonita, como quen di, esta é a miña segunda terra e de non ser por temas familiares, que volvimos a Galicia, ao mellor aínda estariamos aquí”, explicó la isleña.
Manuel Portas Diz llegó primero a Hamburgo y luego a Cuxhaven construyendo barriles para la sardina y descargando pescado por la noche. “Chegaba, dábame unha ducha e para a fábrica sen durmir; menos mal que viviamos na parte de arriba e só había que baixar unhas escaleiras”. Tenía 19 años y aún recuerda aquel momento como si fuera hoy: “Vin co finado de Ramón Pintos no seu vello Mercedes”. Su esposa trabajó en la conserva, que es un importante sector de esta villa. 
Este vilanovés reconocía los edificios, pero ya no veía las fábricas que le dieron trabajo a él y a otros tantos arousanos (hoy agrupadas en un polígono). Solo de Vilanova fueron 3.000 y su alcalde y presidente de la Mancomunidade do Salnés, Gonzalo Durán, calcula que unos 10.000 arousanos emigraron a esta villa, hermana de su municipio, a Hamburgo, a Pinneberg o a Stade (hermanado con Vilagarcía), por nombrar algunas. 

Recepción oficial
La Corporación de Cuxhaven ofrecerá hoy una recepción oficial a la comitiva saliniense en su edificio noble, el Castillo de Ritzenbüttel. En cuanto a la fiesta, el edil de Enoturismo de Cambados, José Ramón Abal, estuvo ayer en los últimos preparativos. Será en el centro gallego y agradeció la implicación de María Abal, del Ayuntamiento, y de Pepe Fernández, antiguo dirigente de movimientos asociativos en Alemania. l

Reportaje | Un viaje que remueve recuerdos y acaba con 14 años de ausencias

Te puede interesar