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viernes | 19 abril | 2024
La vendimia ya es generalizada en la Denominación de Origen Rías Baixas y la estabilidad meteorológica de estos días ha permitido que los trabajos puedan desarrollarse de manera más ordenada y continuada. Con todo, hay previsión de lluvias para este fin de semana y quizás sea necesario realizar alguna parada, aunque se estima completar el grueso de los trabajos durante la próxima semana. De hecho, el territorio vinícola está en el ecuador con más de 21 millones de kilos recogidos en esta campaña, que va camino de convertirse en la segunda más cuantiosa de su historia.
Las cinco subzonas están en plena tarea y las estimaciones no solo son positivas en cuanto a cantidad, también en calidad. El director técnico del Consello Regulador, Agustín Lago, explica que la uva “presenta un estado sanitario prácticamente perfecto y unos parámetros enológicos muy prometedores”, según los datos obtenidos por los 26 auditores que moviliza estos días para hacer un seguimiento en los viñedos y las bodegas, así como de los transportes de fruto, asegurando el correcto cumplimiento de las normas.
Detalles
Estas excelentes perspectivas se dan en todas las subzonas y se deben a una primavera seca y cálida que se tradujo en ausencias de plagas y enfermedades. Hubo cierto temor ante la escasez de lluvias en medio del verano, por el riesgo de que los viñedos sufrieran estrés hídrico y, de hecho, algunos adelantaron una recolecta ya avanzada de por sí en unos 10 días con respecto a la fecha habitual de inicio.
Con todo, no se esperan grandes mermas por la sequía ya que las lluvias de agosto salvaron la situación en muchos casos y ayudaron también a equilibrar los parámetros. Además, salvo algunos viñedos de Ribera do Ulla y Condado do Tea, “no se produjeron incidencias relevantes por las heladas de finales de abril”.
Así las cosas, el Consejo mantiene su previsión de alcanzar los 37 millones de kilos, un 12% más que en 2016 y la segunda mayor cosecha tras la de 2011, cuando se llegó a los 41 millones de kilos entre todas las variedades admitidas, aunque el albariño es el rey.
El director técnico también destacó que el sector “está plenamente profesionalizado “ y esto también facilita la labor de los veedores, a la hora de garantizar el origen y trazabilidad en todas las fases de producción de la elaboración del vino.
Actualmente Rías Baixas tiene inscritos 5.388 viticultores y 181 bodegas que trabajan en una extensión de 4.049 hectáreas. La superficie de viñedos se mantiene en los últimos años, sin bajar de las 4.000, sin embargo, el número de productores está en niveles de hace 15 años. l
