A sus 98 años, Dositeo Valiñas sigue dando misa en Ribadumia con el mismo entusiasmo que hace quince lustros. El párroco, uno de los más queridos por los vecinos de O Salnés, conmemora ahora nada menos que 75 años desde su pastoral sacerdotal y, con tal motivo, la localidad se vistió de gala ayer para festejar la efeméride.
Los actos comenzaron a mediodía, con la recepción de autoridades eclesiásticas y civiles. Media hora después, se celebró una misa solemne en la propia iglesia parroquial de Santa Baia, oficiada por el arzobispo Julián Barrio. Allí tuvo lugar el acto central de reconocimiento al párroco, tras el que se salió en comitiva hacia la Carballeira, junto a la casa de cultura, con la Agrupación Músico-Cultural de Ribadumia.
Comida popular
Hacia las dos y media, la Carballeira acogió una gran comida popular, en la que vecinos, amigos y autoridades acompañaron a Dositeo Valiñas a la mesa.
Ya en la sobremesa, la tarde dio paso a actuaciones musicales y animación con varias formaciones participantes, tales como Añoranza, Amigos do Acordeón Rías Baixas y el grupo de gaitas Os Carballeiras.