El Concello de Ribadumia explicó ayer el procedimiento seguido por el tripartito para conseguir legalizar y reabrir el tanatorio municipal el pasado viernes. El alcalde, David Castro, desveló que el Ayuntamiento ha tenido que hacer frente al pago de un nuevo proyecto para actualizar el que el PP habría dejado desfasado. El coste de este documento fue de unos 2.700 euros y en él se recoge la verdadera naturaleza del tanatorio: Un edificio de dos plantas, frente a un local con una única altura, forma, acabado y divisiones diferentes a las que marcaba el proyecto que el PP habría incumplido, señalan.
De hecho, Castro reveló que el arquitecto inicial dimitiera durante el gobierno de Salomé Peña, no dispuesto a asumir los cambios que exigía en la ejecución el equipo popular. El tripartito, tras encontrarse la situación irregular y la falta de un proyecto actualizado en el Ayuntamiento se desplazó estos días también a la Diputación, donde tampoco hallaron documento alguno que justificase la naturaleza final del inmueble.
Por ello, encargaron la realización del nuevo documento al mismo arquitecto con el que el PP continuó la obra, ya que era él quien conocía los detalles técnicos del edificio.
El regidor indicó que, además de la falta de un proyecto final, el gobierno del PP tampoco dio licencia de actividad ni de construcción al tanatorio y en su momento no contó con un informe de Medio Ambiente, que tras un cambio legislativo a finales de 2013 ya no era obligado, pero que el PP no tramitó cuando sí lo era, para la inauguración del tanatorio en 2011.
De hecho, el primer edil aseguró que, a pesar de que el PP no habría dejado nunca lista la tramitación del complejo, “dende abril de 2012, o único que fixo o PP polo tanatorio foi promover a concentración veciñal da semana pasada”, movilización que tachó de “fracaso”, porque “apenas acudiron veciños de Ribadumia e foron buscar xente a outros concellos limítrofes”.
Castro se comprometió a organizar una reunión vecinal para explicar al detalle todo el procedimiento tramitado por el tripartito para conseguir la legalización del edificio y que culminó este viernes con la reapertura tras una junta local de gobierno urgente. Esta se convocó una vez que el proyecto modificado encargado estuvo concluido.