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viernes | 19 abril | 2024
La Mancomunidade iniciará la aplicación de un nuevo plan contra vertidos en la red de alcantarillado del polígono industrial de O Salnés que incluirá la revisión periódica de las conducciones con el uso de un robot. El dispositivo se introducirá en las canalizaciones para buscar concentraciones de contaminantes y dirigirse e identificar los puntos de origen, lo que permitirá detectar a las empresas que incumplan la obligación de pretratar sus aguas residuales.
El nuevo plan también prevé el endurecimiento de las sanciones a las mercantiles que sean reincidentes en materia de vertidos incontrolados o que no hagan gestiones para intentar mejorar el tratamiento de aguas.
Redacción y reuniones
El documento está en fase final de redacción y surge de un convenio de colaboración público-privada en el que toman parte la Mancomunidade, Aguas de Galicia y las empresas que gestionan, respectivamente, la red de saneamiento y la Estación Depuradora de Aguas Residuales (EDAR).
Con todo, el gerente del órgano comarcal, Ramón Guinarte, explicaba ayer que la prioridad es “concienciar” e implicar a las empresas del parque industrial para que, “poco a poco” puedan ir mejorando sus pretratamientos, ofreciendo incluso asesoramiento personalizado.
Con tal motivo, ayer comenzó una ronda de reuniones con empresas sectoriales del polígono, sentando a la mesa a representantes de las dos administraciones, firmas gestoras de EDAR y red, así como a una veintena de empresarios del sector de la alimentación, destacando conserveras y de precocinados.
Pescados enteros en planta
Las entidades dieron traslado a las empresas de los objetivos comunes de este plan de mejora de la depuración y reducción al mínimo de los vertidos que se producen al río Umia. Para ello será fundamental que cada industria pretrate adecuadamente sus aguas residuales, ya que ha habido casos en los que hasta la EDAR, a través del saneamiento, han llegado incluso pescados enteros procedentes de algún vertido de industria alimentaria, algo que se podría haber evitado con una simple rejilla para evitar la salida de grandes sólidos.
El clima de este primer encuentro fue positivo y esperan seguir contactando con más sectores para aumentar la implicación en esta reducción de contaminantes, de forma flexible pero en firme, evitando así tener que echar mano de un régimen sancionador que, en todo caso, “será muy duro en los casos de reincidencia”. También quiere prolongarse la vida útil de la EDAR.
