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jueves | 25 abril | 2024
El Concello de A Illa paga las facturas a sus proveedores por debajo de los 30 días de espera máxima que fija la ley y ha situado su deuda crediticia, que en el momento de la Segregación de Vilanova era del 150%, en el 22%.
Los datos de la situación económica fueron enarbolados en el último Pleno por el alcalde, Manuel Vázquez, que defendía así su gestión económica del Concello frente a los ataques del Partido Popular.
La discusión se originó a respecto de los 300.000 euros que se destinaron a nuevas inversiones en el municipio con cargo al superávit. El portavoz del PP, Juan José González, acusó al ejecutivo de haber generado ese excedente económico al no haber invertido en obras necesarias para el municipio en los últimos años. Es más, considera que el gobierno local dejó “premeditadamente” esa serie de pequeñas inversiones en carreteras, mantenimientos, saneamiento y mejoras en locales municipales para su ejecución ahora, a pocos meses de la cita con las urnas, en una supuesta maniobra de “electoralismo”, acusó.
El regidor contraatacó cargando las tintas contra las reformas económicas de los populares en Madrid que, justamente, impidieron estos años, apuntó, poder invertir ese remanente económico en nuevas obras. “Este Concello reclamou dende hai anos poder empregar o superávit para inversións nos concellos onde non haxa débeda”, caso de A Illa, indicó, donde “non hai facturas no caixón” y se amortizan a buen ritmo las obligaciones bancarias referidas.
Desde el BNG, Carlos Otero criticó que de nuevo haya que invertir recursos públicos para el firme de la zona de O Regueiro y Sor Aurora. Calificó de “unha boa intención” la peatonalización, aunque ve un “erro bastante sangrante” el comenzar el proceso por la sustitución del pavimento en lugar de “limitar primeiro o paso do tráfico”, lo que hubiera sido más lógico, opinó.
