Un San Xoán con fiestas en casa, pero con más sardina “do xeito” que nunca

Es una de las fiestas más mágicas del año y el hecho de que este año el coronavirus haya frenado su celebración como era habitual y tradicional no ha impedido que en Arousa el San Xoán se viviese por todo lo alto. En la comarca no hubo las tradicionales hogueras en la playa o aquellas promovidas por comunidades de vecinos. Las fiestas, sobre todo en las zonas más rurales, se trasladó a las casas y en la intimidad de familiares y amigos. La pandemia de la Covid-19 desaconseja las aglomeraciones, pero no pasárselo bien y los arousanos quisieron seguir las normas al dedillo.

Caldas fue el único concello arousano que readaptó su programación para lo que denominaron “Un San Xoán diferente” y realizó conciertos en la calle (con controles) y una ruta de tapas con la sardina como protagonista en diferentes locales hosteleros. Y es que sí, como no podía ser de otra forma en una zona costera, la sardina reinó en las lonjas y en las hogueras a pesar de la pandemia. En la Praza de Abastos de Vilagarcía y en la de O Grove se habían agotado existencias a media mañana. La del “xeito”, la más buscada y a precios que llegaron a los 15 euros el kilo. La sardina reinó en las casas y también en aquellos establecimientos hosteleros -10 en total en Vilagarcía- que optaron por hacer sardinadas en la calle para aquellos clientes que prefirieron degustarlas en el bar de siempre.

Lo cierto es que el ambiente de San Xoán se respiraba en cada esquina de la comarca desde primera hora, bien por la compra de sardina como por la adquisición de las tradicionales “hierbas” para garantizar un año sano y alegre.

Aunque los arousanos tuvieron que saltar las hogueras en sus casas para espantar así los malos augurios el número de solicitudes de cachadas no disminuyó comparativamente con años anteriores. De hecho en Vilagarcía fueron 178 y en Ribeira superaro ampliamente las 200. Todo un éxito. l