Cerca de medio centenar de comuneros acudieron ayer a la convocatoria extraordinaria cursada por la directiva de la Comunidad de Noalla para analizar la situación de reclasificación del Monte Lanzada y la pretensión del Concello de revisar los lindes municipales con O Grove.
El presidente de los comuneros comenzó su intervención con una breve reseña a la sesión plenaria en la que la propuesta del Gobierno local logró el respaldo de SAL y PSOE, y la abstención del BNG, algo que Roberto Garrido reiteró que no le había gustado.
Sin embargo, la asamblea se convirtió enseguida en informativa de la mano de José Manuel Rodiño, que durante más de una hora demostró a los asistentes haberse pasado semanas enteras buceando en archivos y documentación antigua para aportar nuevos datos que faciliten que la nueva clasificación del monte se falle a favor de Noalla.
Rodiño logró mantener la atención de los comuneros explicando datos históricos, que se remontaron en algún caso al año 1.600, de forma sencilla y con un lenguaje coloquial.
En su exposición no olvidó halabar la labor del primer equipo directivo de la Comunidad de Montes, que aportó más de 1.000 folios al expediente de clasificación, realizando un arduo trabajo de investigación y recopilación.
Y es que muchos documentos antiguos han desaparecido y a los comuneros les resulta difícil acreditar algunos detalles que consideran que les resultarían útiles en este proceso.
A José Manuel Rodiño no le resultó fácil que los comuneros entendiesen por qué un juez atiende la demanda de O Grove y ordena al Xurado Provincial volver a clasificar el monte. “Alegan indefensión, porque non foron notificados”, explicó. Y surgieron opiniones diversas. Hay quien piensa que el Xurado repetirá su veredicto y hay quien no lo tiene tan claro.
Pero la directiva de los comuneros no quiere dejar nada al azar. Existen circunstancias que han variado. Por ejemplo, los comuneros no pueden demostrar ahora que hagan un aprovechamiento del monte, entre otras cosas, porque está en una zona protegida, dominio de Costas, y cualquier actividad productiva está prácticamente prohibida.
Ayer, a través de una pantalla gigante, mostraron a los comuneros algunos de los nuevos documentos que aportarán: Algunos vinculados al Marqués de la Ensenada, que reflejan el istmo como una servidumbre de paso a O Grove. Disponen también del primer plano del Reino de Galicia, en el que O Grove aparece como una isla y mapas aéreos tomados por vuelos americanos.
Y es que alguna de esta documentación gráfica, que no localizaron en España, si consiguieron obtenerla a través de la Universidad de California, en Estados Unidos. “O problema é que no Archivo Histórico de Pontevedra non hai moita documentación. Boa parte dela está en mans privadas e tivemos que pagar para conseguila”.
Pero paralelamente a la reclasificación del monte, los comuneros pidieron al Concello que promoviese una revisión de lindes. ¿Por qué? “Porque O Grove non concorda con que o noso monte esté no seu término municipal”, explicó José Manuel Rodiño.
Y desde el público alguien respondió que “as parroquias son máis antiguas que os lindes municipais”. Y Noalla acaba en la línea que marcan el Con da Pantoeira y el Con da Gaivota, situados al final del istmo. Ninguno de los presentes puso esto en cuestión.
Pero surgió otra duda. “Si é o Concello quen vai defender esto non vai conseguir nada. Foi o Concello quen nos retrasou a clasificación oito anos”. Y es que la petición de lindes no es nueva. Ya se la habían planteado con anterioridad a Telmo Martín, en su época como alcalde, y se negó a promover la revisión. Temen que en caso de volver a llegar a la Alcaldía frene el proceso iniciado por Catalina González. Por ello ayer llegaban a una conclusión: “A Lanzada está dentro de Noalla e eso temos que defendelo ata o final”.
Y esa es la premisa que quieren que respalden todas las fuerzas políticas, las que los ciudadanos designen para gobernar y las que estén en la oposición.
Ayer, a la asamblea acudió el portavoz de SAL y dos miembros de Sanxenxo Pode.