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miércoles | 24 abril | 2024
Las propias plataformas reconocían que la cifra de concentrados era inferior a la del año pasado. Lo achacaban a que en todos estos meses el proceso de arbitraje y sentencias judiciales permitieron devolver los ahorros a un notable número de personas.
Sin embargo, el igualmente multitudinario acto de ayer sirvió para evidenciar que quien cree que el problema de las preferentes y subordinadas está zanjado se equivoca.
Alrededor de 16 plataformas de toda Galicia y más de un millar de asistentes tomaron Sanxenxo durante la pasada mañana, cuantificando el dinero pendiente de devolución en más de 421 millones de euros.
Esta cantidad, del total inicial de más 1.800 millones que calculan pudo colocar Novagalicia Banco, será ahora todavía más difícil de recuperar, dos años después de que estallase el conflicto.
Porque, tal y como corearon este sábado, el decreto ley que impuso la quita o la conversión de estos títulos en acciones supone la asunción de pérdidas que los ahorradores no están dispuestos a admitir. A esto hay que unir que el proceso del arbitraje está frenado, por lo que el malestar de los concentrados era todavía mayor que hace un año.
La manifestación salió sobre las 11:25 de la rotonda de Baltar y enfiló hacia el paseo de Silgar, para concluir con la lectura de un manifiesto en la llamada Praza dos Barcos, reunidos todos en las gradas sobre el parking del lugar.
El micrófono lo tomó un representante de la plataforma de O Salnés, que ayer ejerció de anfitriona para las del resto de Galicia.
Allí, bajo un sol que caía a plomo, lanzaron a los cuatro vientos su mensaje: Esos más de 421 millones aún retenidos, la quita y su pérdida efectiva de valor y ahorros, la supresión de los procesos de arbitraje y sus nuevas armas.
Porque, “seguiremos loitando polo cen por cen dos aforros”, dejaron claro. Así, recordaron que la nueva estrategia de presión pasa por retiradas masivas y coordinadas de dinero de la entidad crediticia, hasta conseguir la marcha atrás del referido decreto.
En este punto, se oficializaron las críticas a la clase política que afloraban de forma más o menos espontánea durante el recorrido. Porque lo que no les sentó bien fue que el Parlamento de Madrid aprobase esta quita con los votos favorables de diputados gallegos conservadores. Y así, se acordaron de “Telmo Martín, Ana Pastor, Irene Garrido e ata o noso veciño, o señor presidente do Goberno, Mariano Rajoy”.
Después de las palabras de apoyo recibidas desde varios partidos y sus representantes, consideraron esta votación como una “navallada trapeira”, al sentirse traicionados, aseguraron, por la clase política. Eso sí, lanzaron un aviso a navegantes al final de su discurso: “Se o banco se vende, quen o compre, comprará tamén o problema das preferentes e subordinadas”.
