La Semana Santa de Paradela vuelve dos años después más profesionalizada que nunca

La Semana Santa de Paradela vuelve dos años después más profesionalizada que nunca
La edición de 2019, la última antes del parón por la pandemia | mónica ferreirós

La Semana Santa de Paradela, declarada de interés turístico autonómico, vuelve en este 2022 después de dos años de ausencia debido a la pandemia de coronavirus. Será una edición especial, no solo por retomar las famosas escenificaciones, sino por los cambios profundos que se podrán ver esta vez, en el avance de un proyecto de profesionalización de las representaciones que había comenzado poco antes del covid y que quedó en suspenso por su culpa.

La directora de las escenas, Fátima Rey, adelantaba ayer parte de estas novedades: Grabaciones en off de textos que ahora mismo están capturándose en estudio, cambios de los textos, para hacerlos más próximos; adaptaciones de las escenas que funcionaban peor, algunas secuencias nuevas, renovación de actores en algunos de los papeles principales y búsqueda de una mayor profundidad de otros, como el de Judas. La idea es que este año los meisinos y centenares de visitantes que se esperan puedan ver ya toda la ambiciosa transformación proyectada, salvo la jornada extra que se ha ideado para el sábado antes del Domingo de Ramos, que tendrá que esperar a otra ocasión. Eso sí, para llegar a todo, el equipo se afana estos días en un frenesí de ensayos, pruebas y trabajo. No solo porque después de dos años de parón hay más nervios y la práctica está más oxidada, sino porque la salida de la anterior ola covid, en enero, retrasó a febrero el inicio de los preparativos: El equipo lleva apenas dos meses de intenso trabajo para la edición más ambiciosa y revisada de la Semana Santa por excelencia de la comarca.



Revisión y adaptación


Escenarios, carpas, luces y sonido. Todo será profesional en esta ocasión. Pero la revisión no se quedará solo en lo técnico, o en los vestuarios y maquillajes. “Había partes que quedaban mal e agora irán gravadas”, por ejemplo, el Vía Crucis, la subida hacia el Monte da Croa, donde se intercalaban fragmentos de audio pregrabados y otros con micrófono de mano para los actores, en el suelo, portando las cruces de Jesús y los ladrones. Había problemas para que las escenas pudiesen ser seguidas con claridad y calidad por el público y, por eso, se opta ahora por eliminar esos micros de mano, pregrabar todas esas secuencias complicadas con offs en estudio y, en todo caso, hacer que cada actor lleve durante todas las escenas micrófonos de diadema.

También se cambian escenas, acercando al público la tragedia de Jesús: “Facémolo máis próximo, para que todo o mundo lembre que Xesús era unha persoa, un ser humano que maltrataron polas súas ideas. Que a xente deixe de velo na idea de que ‘tiña que sufrir aquilo’ e vivan a inxustiza que se fixo, se poñan na pel de que sentirían se lle fixeran todo aquilo a un fillo, á parella, a un amigo”, explica Rey.

Otro ejemplo es la modificación de algunos textos de la Virgen María, demasiado “típicos” o literalmente extraídos de los evangelios, incluso de traducciones no del todo exactas. El texto se revisa igualmente en el juicio de Caifás, para introducir a Judas Iscariote en su tentativa de abortar la entrega de Jesús, devolviendo las monedas que había recibido a cambio. Justamente, el personaje del Iscariote gana en profundidad, tras las revisiones más modernas de historiadores o teólogos: “Revísase a visión de que el era o malo, cando realmente o pasou moi mal, obligado a entregar ao seu mellor amigo”.

Otra nueva escena será la conversación para la preparación y selección del espacio donde tuvo lugar la Última Cena.



Nuevos actores


Marcos Roma repetirá en el papel protagonista de Jesús, un compromiso que la directora confirma para, al menos, este 2022 y el 2023. El personaje de María también repite actriz, pero dentro del círculo de apóstoles hay caras nuevas, al igual que en el papel de Caifás y algún otro, fundamentalmente por compromisos laborales de los actores anteriores. Esto, el cambio de parte del reparto de peso, obligó a trabajar aún más los ensayos, porque en algunos casos hubo que aprenderse los textos prácticamente desde cero.


Enorme esfuerzo


La directora no oculta el nivel de tensión de trabajo al que están sometidos. “Para min é incluso máis complicado este ano que o primeiro, cando cheguei aquí. Porque agora hai que retomar despois de dous anos, tivemos que adiar ata febreiro os ensaios e hai nervios. Este ano, ‘agüita’. Vai quedar todo marabilloso, seguro, pero hay moitísimo traballo. Esta semana son cinco días de ensaio e para a seguinte, seis. E xa, logo, todos os días alí, mañá e tarde, saír ás once da noite, un non parar”.

El año pasado apenas hubo actos y, hace dos, una Semana Santa en vídeos on-line realizados por los actores desde sus casas, en pleno confinamiento. Paradela está, pues, tan cerca como deseosa de recuperar su fiesta más memorable. 

La Semana Santa de Paradela vuelve dos años después más profesionalizada que nunca

Te puede interesar