El Sergas notifica la curación de 1.086 contagiados en las áreas arousanas

El Sergas notifica la curación de 1.086 contagiados en las áreas arousanas
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Las áreas sanitarias de las que dependen los municipios arousanos registran un notable descenso de los casos activos Los casos activos que se registran en Santiago-O Barbanza y Pontevedra-O Salnés suman 720, lo que supone 1.086 menos que los que había en la jornada inmediatamente anterior.

Desde la Consellería de Sanidade apuntaron a un cambio en la contabilidad, motivado por la aplicación del “nuevo” protocolo del Ministerio. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, explicó poco después que la administración autonómica llevaba “tempo” tratando de contabilizar las altas en domicilios. El gerente del Sergas, Antonio Fernández Campa, señaló que las altas se dieron en algunos casos tras la realización de pruebas y en otros al no presentar sintomatología. Los resultados de dicho recuento llegaron en la jornada posterior al anuncio del plan de desescalada.

En el área sur de las comarcas arousanas son 27 los pacientes que siguen hospitalizados, la mayoría en planta. Cuatro se encuentran en la UCI de Montecelo y en domicilio hay 128 pacientes aislados. Desde el inicio del plan de contingencia son 15 las personas que han fallecido por coronavirus en el área Pontevedra- O Salnés y 530 se han curado.

En el área sanitaria Santiago-O Barbanza son 505 los casos activos, 556 menos que los que se notificaron en la jornada del martes. De ellos, 120 se encuentran hospitalizados (seis en el Hospital do Barbanza, uno menos que el martes), misma cifra que en la jornada inmediatamente anterior y trece están en las unidades de cuidados críticos. Las altas hospitalarias acumuladas en esta zona suman ya 282.

El último fallecimiento en O Barbanza se registró en las últimas horas y se trata de un vecino de la parroquia rianxeira de Asados de 70 años, que estaba ingresado desde hacía varias semanas en el Clínico de Santiago tras ser diagnosticado de coronavirus. Al parecer, esta víctima se contagió en un viaje del Imserso y, después de bastante tiempo luchando contra el virus, acabó falleciendo en la tarde del martes en el complejo hospitalario compostelano, y fue enterrado horas después en el cementerio parroquial de Santa María de Asados.

Preocupación en A Illa

Uno de los últimos casos de coronavirus confirmados en el área de Pontevedra y O Salnés se registró en A illa. Se trata de un hombre de algo más de setenta años de edad, que llevaba confinado en su casa desde el primer día del Estado de Alarma, por lo que en el municipio existe cierta preocupación. Además, uno de sus familiares trabajaba, desde hace unas semanas, en el Concello, por lo que se encuentra aislada. Por el momento, las pruebas realizadas en A Illa para el estudio epidemiológico dieron negativa. Se harán 120 en este municipio. El resto de concellos arousanos también acogerán tests durante estos días.

 

El cambadés Sebastián Díaz Esperón tiene 47 años y fue, sino el primero, de los primeros cambadeses en enfermar de Covid-19 –también su esposa–. Recibió el alta al tercer test (negativo) y “yo entiendo que estoy curado, pero no usaron esa palabra”. Se encuentra “perfectamente” y hace unos días levantó el ERTE de su empresa, Top Ventana, eso sí, tras equipar a todos los trabajadores porque lo tiene muy claro: “Hay que tomarse en serio las medidas de protección, el virus es muy peligroso”.

Puede que sea el primer cambadés en enfermar, ¿dónde pudo contagiarse?
Creo que en Madrid, en marzo. Paré una noche a la vuelta de un viaje de trabajo de Palma, pero días antes estuve con una persona de Italia, cuando la cosa ya era muy fuerte al norte del país, así que también pudo ser simplemente por tomar café con él. Pueden ser tantas cosas... Vine con mucha tos, pero nunca sospeché que fuera coronavirus y cuando conté todo esto en el centro de salud ya me pusieron mascarilla y en aislamiento. 
Fue el 14 –el día después del decretarse el estado de alarma–, así que si no fui el primero, sí de los primeros y no me lo podía creer. Me aislé en una habitación, pero mi mujer también se infectó y estoy convencido de que mis hijos de 13 y 14 años lo pasaron, porque por mucho cuidado que tuviéramos... Les hacíamos la comida, fueron muchos días encerrados juntos... Lo sabremos más adelante porque nos dijeron que “por protocolo” no le hacían tests, supongo que no habría suficientes.

¿Cuándo les hicieron el test? 
Era al principio y no había muchos casos. A mí a los cuatro días y a ella al día siguiente. De hecho, fue un poco cómico porque pedí que aprovecharan para hacérnoslos el mismo día, pero dijeron que no, que se seguía un listado y yo estaba primero. El segundo me lo hicieron a los 15 días y como ya no tenía síntomas pensé que saldría negativo, pero no, hasta que llegó el tercero, en la primera semana de abril.

¿Sufrió los clásicos síntomas?
Casi no tuve fiebre, pero hubo dos noches de tos que pasé miedo: directamente se te cierra la respiración y sientes un fuerte dolor cuando quieres coger aire. Llamé a Urgencias y me dieron Ventolín, que me ayudó mucho, y que llamara otra vez si me sentía peor... Peor ya me sentía, pero supongo que estaban saturados. También tuve un poco de diarrea y falta de gusto y olfato, pero no me puedo quejar. Mi mujer tuvo síntomas leves.

Y ahora, ¿le han dicho textualmente que está curado? 
No usaron esa palabra. Me llamaron 10 días después del negativo y me preguntaron cuándo tuve síntomas por última vez y a partir de ahí calculan para darte el alta.

Pero decide volver a trabajar... 
Al darme el alta, entiendo que estoy curado, pero mi médico privado dice que más adelante haremos pruebas porque el virus puede dañar otros órganos y para ver si hay inmunidad. Yo me encuentro perfectamente.

Su producto no es de primera necesidad. ¿Cómo ha sido la vuelta al mercado?
Por suerte tenemos trabajo, pero es un sector que claramente puede tener complicaciones –la gente no va a tener la alegría de reformar su casa o cambiar las ventanas–, así que si falta no descartamos ajustar plantilla; una decisión que no queremos tomar porque tenemos un  equipo muy válido de 40 personas que nos ha costado años formar.

Hay quien todavía no cumple las normas de aislamiento, distancia social... ¿Qué le diría? 
Que se lo tomen en serio. Yo soy partidario del uso generalizado de mascarillas, no cuesta nada. Estadísticamente, con el porcentaje de infectados que hay, la posibilidad es remota y solemos pensar “a mí no me va a pasar”, pero ¡Mírame a mí! El virus es muy peligroso, muy contagioso.
 
Las críticas por la gestión de la pandemia son continuas. ¿Tiene alguna queja?
De los sanitarios ninguna, pero el gobierno tardó un poco en reaccionar: en enero la OMS emitió tres recomendaciones, ya se sabía lo que estaba pasando. El problema pudo haberse atajado de otra manera.

El Sergas notifica la curación de 1.086 contagiados en las áreas arousanas

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