Tania Varela pide la nulidad del juicio por blanqueo y se proclama inocente: “El narcotráfico siempre me produjo rechazo”

Tania Varela pide la nulidad del juicio por blanqueo y se proclama inocente: “El narcotráfico siempre me produjo rechazo”
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La cambadesa Tania Varela, bautizada como la “narcoabogada”, llegó ayer a la Audiencia de Pontevedra pasadas las nueve y media de la mañana esposada y con el rostro oculto bajo la amplia capucha de un plumífero. Ya en  sala se descubrió y se mantuvo firme ante los flashes de las cámaras que buscaban su rostro actual tras años sin comparecencias públicas. Con la misma firmeza declaró ante las magistradas que la procesan por la última causa que tiene pendiente, por blanqueo de capitales, y por la que el fiscal pide para ella 3 años y medio de prisión y 220.000 euros de multa. La vista quedó aplazada hasta la semana próxima porque faltó tiempo para escuchar a cuatro testigos y presentar las conclusiones de las partes. 

Su defensa ha solicitado la nulidad de las actuaciones por apreciar “defectos en la instrucción” por, entre otras cuestiones, “errores” en los informes referidos a sus ingresos económicos  lícitos y porque no se le entregó una parte. De hecho, de conseguirlo, intentará revocar la sentencia del Supremo que la condenó por narcotráfico y cuya causa originó esta investigación patrimonial. 

Marca textil y venta de piedra
Ella proclamó su inocencia, asegurando que procedían de su trabajo como directora del CIM cambadés y de su despacho, atendiendo asuntos de derecho civil, asesoramiento a la Cofradía de Pescadores y de tipo jurídico a empresas, pero nunca a narcos porque el tráfico de drogas “siempre me produjo rechazo”, declaró. Relató que percibía “importantes ingresos” por representar una marca de ropa en Portugal y por operaciones como la venta de piedra a Rumania o castañas de Ourense para hacer “marrón glacé”, además de la Inmobiliaria Promociones Rialto, sociedad que la ha devuelto al banquillo.

El fiscal sostiene que a través de ella, y como parte de la banda criminal de David Pérez Lago, entre los años 2005 y 2006 lavó algo más de 76.000 euros con la compra de un coche y unos terrenos en O Grove. La acusada relató que la cofundó junto a un cliente, Marcos Cacabelos, y que después conoció a Pérez Lago –por llevarle  unos asuntos civiles como letrada– y que fue él quien le planteó si le interesaba la compra de una finca en Porto Meloxo; una operación que, no sabe porqué, él no pudo culminar, pero “no sabía que era narcotraficante ni que era hijastro de Oubiña”, afirmó. 

“Odio” 
Varela arrojó ahí luz sobre un asunto que lleva años dando vueltas: la relación entre ambos. Aseguró que solo era “profesional” y que en el pasado dijo que era sentimental como “parte de la estrategia” en la causa por narcotráfico por la que fue condenada a siete años de prisión como parte de la organización que introdujo casi dos toneladas de coca con Pérez Lago al frente. Es más, desveló que este le “odia” porque “no accedí a tener una relación sentimental” con él. También aseguró que “no había buena relación” con el juez instructor de la causa por blanqueo y que se sintió “abatida” cuando la detuvieron porque “nunca tuve relación con el mundo de la delincuencia”.  Pero además afirmó que la amenazaron “con represalias, que no me podía imaginar”.

“Siempre estaba liada”
Para sustentar sus testimonios, su defensa, el abogado Bernardino Rodríguez, llamó como testigos a dos amigos quienes aseguraron que siempre “estaba liada” de tanto trabajo que tenía y a uno de ellos, que la acompañaba casi como su sombra, pues conocía muchos detalles de su vida privada, le “impactó mucho” una minuta de 100.000 euros que cobró por un asesoramiento para una marca textil por buscar fábricas en Asia.

Este también relató que presenció cuándo conoció al hijastro de Oubiña, a través de otros conocidos, que llegó a ir con ella al fastuoso chalé de los Oubiña, en A Laxe, y que el vilagarciano llegó a pedirle que intermediara porque “Tania le gustaba mucho, pero tenía novia en Madrid”. 

Pérez Lago: “No recuerdo”
Otro de los testimonios más esperados fue el de Pérez Lago. Lo hizo por videoconferencia desde la Cárcel de Topas (Salamanca) donde cumple prisión provisional por su presunta vinculación con la banda de Sito Miñanco desarticulada hace un año en la Operación Mito. Con muletas y serio, solo reconoció haberla tratado como profesional y respondió con continuos “no recuerdo” a las preguntas del representante del Ministerio Público sobre si le planteó el negocio de O Grove o sobre los mensajes que intercambiaron y que obraron en la causa por tráfico de estupefacientes. De hecho, Pablo Varela, de la Fiscalía Antidroga, le preguntó “si se le había borrado de la mente” todo aquel juicio, celebrado hace casi una década. El fiscal dirigió sus interrogatorios a demostrar la relación de Varela con el entorno delictivo del vilagarciano y los miembros de su banda. Así, hizo hincapié en una reunión celebrada en Padrón para valorar la compra de los terrenos y en la que Tania Varela aseguró haber ido acompañada de un “chico amigo” de Lago. Este sería Andrés Karim Antonio Rodríguez, tal y como certificaron agentes participantes en los seguimientos hechos a  la organización. Se trata de un colombiano condenado por el alijo y que habría sido el enlace en España con los dueños de la coca. 

Relación con condenados
Uno de los policías nacionales también testificó que este y otras personas investigadas y encausadas también por las dos toneladas estuvieron en O Grove, aunque fuera del edificio del notario, el día que Varela fue a firmar la compra-venta del terreno. Pero también que antes había aparecía en “conversaciones y reuniones” grabadas y que se pusieron en conocimiento del juez “a partir de la detención de Pérez Lago”, que fue “cuando afloró” la participación de la cambadesa, según el jefe del Greco Galicia en aquel momento y quien dirigió la operación antidroga. 

Otro investigador confirmó que la cambadesa apareció “en los últimos días” del dispositivo y que la relación con la organización “era de dinero, por la finca de Meloxo, un piso en Cambados, el coche y bienes y derechos de la inmobiliaria”, así como por una conversación detectada cuando estalló el operativo policial en la que le avisaron de que “vaya a casa a buscar la plata”. 

Un tercer policía señaló además que en las escrituras, la compra de Porto Meloxo aparecía por 90.000 euros, pero el vendedor recibió 120.000 euros. Este extremo se iba a dilucidar con la presencia del mismo, pero, aunque se presentó, el testigo ha sufrido un ictus y las secuelas le impiden expresarse y entender al tribunal. El fiscal solicitó que fuera examinado por un forense por si, en todo caso, fuera posible comunicarse con él ayudado por una persona de su confianza.

Este hombre y otros testigos deberán comparecer la semana próxima, cuando continuará la sesión, previsiblemente, el jueves, en función de la agenda de Rodríguez, procedente de Andalucía. Entre ellos están el expatrón cambadés, Karim Andrés, que está en Panamá de manera temporal y bajo control policial, según la Audiencia, y Marcos Cacabelos, el exsocio de Varela, aunque está resultando “imposible” contar con su testimonio y el fiscal pidió al tribunal que se “insista” porque es “necesario”.

Tania Varela pide la nulidad del juicio por blanqueo y se proclama inocente: “El narcotráfico siempre me produjo rechazo”

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