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miércoles | 24 abril | 2024
Una vecina del número 18 de la calle Emilia Pardo Bazán alertaba a las 21:30 horas del pasado lunes de la presencia de un fuerte olor en su edificio, como de gas, similar al del butano; iniciando así la búsqueda de su origen que, a última hora de ayer, se desconocía a pesar de haber dedicado a ello una buena parte del día de ayer. Los agentes de la Policía Local que atendieron la llamada también lo notaron y con la llegada de Protección Civil se ratificó la presencia de un componente contaminante en el aire presente en el portal y hasta la segunda planta, donde su explosímetro detectó un nivel medio de contaminación.
La búsqueda de la fuente concluyó
sin éxito pero la contaminación cesó
Por precaución, los residentes, en torno a una decena, salieron de sus viviendas. La alerta llegó incluso a edificios colindantes y un residente ajeno al número 18 también informó a los servicios de emergencia de la presencia del olor en su baño. Así, todas las viviendas afectadas fueron revisadas aunque en el edificio número 18 todos los propietarios emplean aparatos eléctricos y el único residente con uno a gas butano mantenía correctamente cerrada la bombona, como se comprobó tras tener que entrar en el piso rompiendo una ventana ya que se encontraba ausente y la situación urgía una rápida actuación. A pesar de que el inmueble que emitió la alerta no está equipado con instalación de Gas Natural y de que, la conducción más cercana está ubicada a unos 70 metros, se avisó a los técnicos de la empresa que revisaron las canaletas y la más próxima parecía que desprendía algo de olor. No obstante, quedó descartado que se hubiera producido una fuga. De hecho, cuando pasaba de la una de la madrugada, las nuevas mediciones daban por desaparecida la contaminación –gracias a la ventilación del lugar– se cerraba el dispositivo y la mayoría de los vecinos regresaron a sus viviendas, a excepción de un matrimonio con dos niños que prefirió pasar la noche en casa de un familiar.
El alcalde, Luis Aragunde, lo siguió desde el primer momento y en la mañana de ayer contactó con un técnico especializado para que revisara la zona. El experto llegó a primera hora de la tarde y tras inspeccionar este inmueble, los más próximos y todas las instalaciones, concluyó que la presión de la canalización del gas era la correcta, es decir, que no se pudo deber a una fuga. No obstante, tampoco supo determinar el origen del olor.
Además, la Policía y Protección Civil realizaron mediciones regularmente y a lo largo de toda la tarde para cerciorsarse de que no hubiera nuevos episodios contaminantes, siendo la última sobre las 20 horas que resultó negativa. Con lo cual, las autoridades llamaron a la calma y confían en que se tratara de un hecho puntual aunque seguirán indagando.
