10º-17º
jueves | 25 abril | 2024
Vanessa Rodríguez, la única edil de SAL que mostró su oposición al pacto con el PP de Telmo Martín, ya no es oficialmente concejala por el grupo político con el que se presentó a las elecciones de 2015. Este misma semana presentó un escrito de renuncia a formar parte del grupo municipal de SAL, quedando ahora en la Corporación ocupando el papel de concejala no adscrita.
El paso ya ha sido oficializado y, de hecho, la edil forma parte con su nuevo papel de los consejos de administración de las empresas municipales Ínsula y Nauta.
Legitimidad política
Rodríguez considera que el uso de las siglas de SAL para cerrar el pacto con los populares fue “totalmente ilegítimo, al contravenir el artículo 12.1.h de los estatutos del partido, que establece que supone la comisión de infracción grave ‘asumir compromisos o acuerdos de carácter político con otras formaciones políticas (...) sin contar con la previa autorización expresa de los órganos competentes’ ”. Por ello, reitera que el paso obligado antes de dar el apoyo a Martín hubiera sido consultar al partido “antes de la firma del pacto”.
Es más, subraya que “en la única asamblea de SAL celebrada para refrendar el pacto, el resultado que se obtuvo fue un no rotundo”. Por ello, considera que la posición política que ella defiende, la de no apoyar dicho acuerdo, es la única acorde con la decisión de SAL como partido “y soy, por tanto, la única legitimada para seguir representando a SAL en el Pleno”.
Con todo, la concejala señala que prefiere ceder en este caso y ser ella quien se salga del grupo municipal, al señalar que “no estoy dispuesta a secundar una batalla que ellos decidieron iniciar y que seguramente finalizaría en los juzgados, con una sentencia que llegará cuando ya hayan acabado los dos años de mandato que quedan, cuando ya no sirva de nada y de la que absolutamente nadie saldrá ganando”.
Cree, así, que trabajar ahora como no edil no adscrita será una forma de “demostrar que otra forma de hacer política es posible”, concluye.
