Los vecinos de Castrelo celebran la cosecha con una concurrida comida de confraternidad

Los vecinos de Castrelo respondieron ayer un año más con entusiasmo a la convocatoria de la tradicional fiesta de la cosecha. La celebración tuvo lugar en el campo de la fiesta y el acto central fue una comida de confraternidad que, de nuevo, fue multitudinaria.
El menú estaba compuesto a base de fabada asturiana y jamón asado con guarnición, pan, vino tinto y agua, para terminar con postre y café con chupitos de queimada.
La cita contó también con animación musical, a cargo de Marieta, dando paso a una larga sobremesa de cánticos y baile, todo bajo carpa.
Para los niños, además, la comisión organizadora de Santa Cruz de Castrelo puso atracciones hinchables, contribuyendo así a la diversión de los más pequeños.
La organización también tenía a la venta rifas para el sorteo de un Mercedes Benz que, sin duda, fue otro de los atractivos de la cita de ayer.
Los tiques para el banquete se despacharon a buen ritmo en los días precedentes, con precios de diez euros para los socios y doce para el resto, con descuentos de dos euros para la venta anticipada.
Fue, de esta forma, un colofón a las fiestas de la vendimia que estos días inundaron buena parte de O Salnés.
Los primeros, mediada la semana, en el día del Pilar —como es tradición— fueron los vecinos de Barrantes, que se reunieron en su centro social.
Ya el sábado, el Concello de Cambados hacía lo propio con su I Festa da Vendimia, en la Praza de Fefiñáns, como colofón al acto de encuentro de cofradías enogastronómicas de varios países europeos. El evento sirvió para reconocer y premiar la trayectoria de diez viticultores de la localidad cambadesa. l