La vendimia encara el final con 39 millones de kilos y un sector satisfecho

La vendimia encara el final con 39 millones de kilos y un sector satisfecho
Trabajadoras de la bodega Pazo Baión de Condes de Albarei seleccionando uva | gonzalo salgado

La vendimia de la Denominación de Origen Rías Baixas ha entrado en la recta final con la mayoría de la uva prevista dentro de las bodegas al haber alcanzado los 39 millones de kilos. Sin embargo, la previsión es darla por terminada la semana próxima, en espera de variedades como las tintas y parcelas un poco más tardías, teniendo en cuenta también la variedad en términos microclimáticos del territorio vinícola.

Las lluvias de la primera semana ralentizaron la recogida, teniendo que realizar paradas hasta la llegada de ventanas de buen tiempo que fueron apareciendo hasta mantenerse de manera estable desde la pasada semana.


El director técnico del Consello Regulador, Agustín Lago, señala que las precipitaciones beneficiaron “mucho más de lo esperado” porque “se ganó peso donde se había perdido” y finalmente no hubo que lamentar ningún problema sanitario que pudiera causar mermas en la producción. Cabe recordar que se venía de un verano muy seco por el que incluso se llegó a temer pérdidas por estrés hídrico de la planta.

Así las cosas, y con las últimas cifras aportadas ayer de 38.943.000 kilos recolectados, la vendimia cumplirá las estimaciones realizadas a principios de julio y que la situaban en algo más de 41 millones de kilos, lo que sería una cifra histórica aunque este año también hubo un aumento de más de 100 hectáreas en la superficie de viñedo –el total es de 4.324– y una elevada tasa de brotación, que alcanzó el del 87,3 %.


Variedades tardías

La cifra exacta se conocerá al pasar la próxima semana, pues aunque el volumen global ya está siendo procesado en las bodegas, aún hay viticultores trabajando y esto no es una ciencia exacta. Son más tardías las variedades tintas y otras como el caíño blanco, sin olvidar que hay parcelas que precisan de más tiempo de maduración.


En cuanto al estado de la uva, Lago explicó que el sector está satisfecho porque su estado sanitario es muy bueno y además la graduación alcohólica se sitúa en unos niveles buenos, en valores de entre 12,5 y 13 grados que es lo habitual, pero, sin embargo, el año pasado “fueron más justos”, explicó.


Los enólogos y los técnicos de las bodegas también le han trasladado al Consello Regulador que los mostos son “muy aromáticos y tienen un grado de acidez muy equilibrado”. “Están muy muy contentos con la campaña”, añadió el experto.


Cabe recordar que el órgano de control tiene 24 veedores/auditores controlando el correcto desarrollo de la recolecta.

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