Vilalonga recuerda a las víctimas del naufragio olvidado de Arnosa y rememora su tradición “telleira”

Vilalonga recuerda a las víctimas del naufragio olvidado de Arnosa y rememora su tradición “telleira”
Al mediodía de ayer, familiares de las víctimas acudieron a una solemne ceremonia y realizaron una ofrenda floral, mientras que por la tarde se proyectó el documental | concello

La Asociación de Veciños de Vilalonga y Codesevi, en colaboración con el Concello de Sanxenxo, realizaron ayer un sentido homenaje a las familias y las 23 víctimas del naufragio sucedido en la ensenada de Arnosa el 25 de febrero de 1940, como método también de recuperar la memoria histórica de la parroquia de Vilalonga y sanar heridas.


La jornada arrancó a las 12 horas con una misa oficiada bajo una carpa instalada en las inmediaciones del pantalán de Arnosa, a la que acudieron cientos de personas. Tras la solemne ceremonia, los familiares realizaron una ofrenda floral en memoria de las víctimas del naufragio.


Ya por la tarde, el bar O’Spa de Vilalonga acogió el estreno, en dos sesiones, del documental “O Barro da Vida”, dirigido por Xan Leira, en el que se aborda esta tragedia y la tradición “telleira” como motor económico de la parroquia sanxenxina y para el que se agotaron las entradas el mismo día que salieron al público.


En la pieza audiovisual —de 47 minutos de duración y que está musicalizada por el vilalongués Dani Dopazo junto con Xoán M. Paradela— se recogen hasta 27 testimonios que hablan del hundimiento, entre ellos un testigo directo, Maximino González. Asimismo, se adentra en la tradición “telleira” y ceramista de Vilalonga. Un campo que transformó el entorno natural y paisajístico de la localidad, al tiempo que fomentó el desarrollo económico del municipio y de la comarca.


Debido al éxito del lanzamiento, el mismo emplazamiento acogerá el domingo 5 de marzo otras dos proyecciones, en el mismo horario, para que la historia de las víctimas y, por ende, de la parroquia, no caiga al olvido. Una tragedia que permaneció en el silencio impulsado por el franquismo.


Así, esta jornada pretende devolver la memoria histórica de Vilalonga y marcar el 26 de febrero de 1940. Ese día, una embarcación que unas 50 personas utilizaron para recoger marisco fue sorprendido, a la altura de Punta Congro, por una galerna que entró por A Lanzada y el barco se hundió, con el fatal desenlace de decenas de muertos. Ahora, la pieza recoge los testimonios de aquel día para que no vuelva a caer en la desmemoria. 

Vilalonga recuerda a las víctimas del naufragio olvidado de Arnosa y rememora su tradición “telleira”

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