El Pleno del Concello de Vilanova aprobaba anoche, gracias a la mayoría popular, los primeros presupuestos municipales no prorrogados desde el año 2015. El documento ascendía tanto en gastos como en ingresos a 6,5 millones de euros, un 6,31 % más que el documento prorrogado de 2018.
La sesión plenaria continuaba al cierre de esta edición, pero el alcalde, Gonzalo Durán, adelantaba la explicación de la decisión de presentar unos nuevos presupuestos andado ya medio ejercicio. El regidor indicó que la intención primera del ejecutivo era la de continuar este año con el documento prorrogado, con la voluntad, que se mantiene, de configurar un nuevo presupuesto a partir de octubre para el año 2020.
No obstante, fue necesario elaborar este ahora para lo que resta de año a fin de recoger importantes variaciones sobrevenidas, especialmente en lo tocante a la compra de terrenos en O Terrón y de los bajos de As Sinas para nuevos locales municipales. Por ello, definió estos documentos como “continuistas” y su justificación fue “meramente técnica”. Aunque, eso sí, incorporando “mejoras de las cifras económicas”, asegura. Entre estas estaría el aumento de lo recaudado en el impuesto de construcciones.
Críticas de la oposición
La visión de la oposición, no obstante, dista de su beneplácito.
Desde el PSOE, Javier Dios advertía “varias cousas que non cadran”, especialmente en los capítulos de ingresos, donde los socialistas consideran que hubo “axustes” incluyendo futuras partidas de otras administraciones aún no justificadas en firme, por ejemplo. Y ello para “cadrar o aumento de gastos”, que el PSOE cree que se produjo por la “campaña electoral”, a fin de intentar rentabilizar con obras públicas una mejor opinión ciudadana del grupo en el ejecutivo.
De hecho, sospechan que esa pudo haber sido la justificación última de estos nuevos presupuestos: La incorporación del “exceso de gasto” con tintes “electorais”.
También lamentaron en el PSOE el descenso de recaudación por el Impuesto sobre Actividades Económicas (IAE), de más de 93.000 euros ingresados a una previsión de 72.000. Algo que reflejaría “a perda de tecido empresarial, consecuencia da mala xestión do goberno local”. Igualmente, subrayaron una comunicación de Hacienda donde, en base a un informe de morosidad comercial, el periodo medio de pago a proveedores pasaría de 384 días de demora a 702, “o dobre”. Unas cifras que Durán ya adelanta que “bajarán”, al haber “ganado el primer pleito a Celta Prix” por facturas pendientes de unos 200.000 euros, que desequilibraban más cada mes el cómputo de esta variable.
Finalmente señalaron un aumento del 14 % en gasto de personal, mostrando sus reparos sobre una nueva plaza de técnico de administración general que también levantó las suspicacias de Gañemos. De hecho, su portavoz, Elena Cores, cree que la introducción de esta plaza sería la verdadera justificación de los presupuestos. “Sen o novo documento, non tería cabida”, valora. También lamentó que buena parte de las inversiones se vayan a “obras” y no a deportes o mejora de la atención social y ciudadana.
Finalmente, desde el BNG, Noelia Valle resumía sus críticas al señalar “o noso desacordo no aumento de gastos en base a máis de medio millón de euros en impostos directos”. Vio, al igual que el PSOE, una “falta de certeza” en ingresos atribuidos ya a otras administraciones y destacó que existe un informe de Hacienda “condicionado a mellorar a presentación de documentación” que el gobierno local presentó a respecto de estos presupuestos.