Vilanova consigue financiación para empezar a excavar Cálago en un mes

La Consellería de Cultura y el Concello de Vilanova firmarán este viernes un convenio de colaboración para que la Xunta sufrague la primera fase de excavación del Castro de Cálago donde se han detectado estructuras construidas por el hombre y encontrado restos de tejas y ánforas. Aportará 30.000 euros para los trabajos, que podrían empezar en septiembre.
El alcalde, Gonzalo Durán, realizó ayer este anuncio con entusiasmo pues el Ayuntamiento lleva años queriendo conocer con más detalle la historia de este asentamiento donde se habría originado el municipio y, sobre todo, hallar restos del monasterio medieval de Cálago que, según lo que todavía es leyenda, fue fundado por San Fructuoso.
“Por fin vamos a firmar el convenio; ha sido una operación complicada porque ha requerido muchos trámites”, explicó. Este contempla la aportación de 30.000 euros por parte de la Xunta para sufragar una primera fase de excavación que, si todo va según los planes previstos, empezará el mes que viene. Por su parte, el Concello financiará de manera íntegra una segunda parte, a desarrollarse el año que viene. “Tras localizar estructuras con el georradar esperamos excavar a tiro fijo y ver si encontramos cosas más concretas sobre el uso de la zona de Cálago”, añadió Durán.
Cabe recordar que una empresa experta realizó trabajos con esta herramienta y que ya el año pasado se realizaron catas y pequeñas excavaciones que hacen pensar que los resultados van a ser muy positivos.

Primeros indicios
Los indicios con más peso aparecieron en la terraza inferior del yacimiento, la que se tiene como la parte más moderna del castro, en la zona inmediatamente enfrentada al actual cementerio. Los impulsos eléctricos y magnéticos del georradar mostraron la existencia de estructuras cuadrangulares de piedra que solo han podido ser creadas por el hombre. En opinión del director arqueológico, estas datarían de los siglos I, II o III de nuestra Era, en la fase galaico-romana del asentamiento. Esto es concordante, además, con los restos de derrumbe de muros aparecidos en las catas del pasado verano, que sacaron a la luz restos de origen romano como tégulas (tejas), terra sigillata (cerámica característica de la época) y ánforas. Estas últimas son pruebas indirectas del comercio marítimo en Vilanova en la época del asentamiento.
Los primeros trabajos y esfuerzos inversores de la excavación se centrarán en esta terraza, la norte, porque en la parte alta y en la croa, junto al campanario, aparecieron muchas menos estructuras. l