VILANOVA-Dos guardias civiles llevan a juicio al gerente de la Residencia Valle-Inclán

VILANOVA-Dos guardias civiles llevan a juicio al gerente de la Residencia Valle-Inclán
Diario de Arousa-2014-10-02-014-cc8fdb0b

El gerente de la Residencia Valle-Inclán, Enrique Martínez, acudió ayer como denunciado al Juzgado de Instrucción y Primera Instancia Número 1 de Vilagarcía para responder por una denuncia planteada por dos guardias civiles a respecto de unos supuestos hechos ocurridos el pasado 18 de marzo, durante una tensa jornada de protestas ante el geriátrico, en pleno conflicto laboral.
Martínez se enfrentó a un juicio de faltas en el que declararon tanto él como los dos agentes, así como dos trabajadoras que el gerente llevó como testigos y que    reafirmaron su misma versión.
La jueza y el fiscal comenzaron escuchando a los guardias civiles. Estos indicaron que en aquella jornada recibieron una llamada del geriátrico alertando de disturbios. Personados en el lugar comprobaron que la manifestación estaba debidamente autorizada por la Subgelegación del Gobierno y que en ningún momento “hubo ninguna forma de desorden público”. Reconocieron que “todos protestaban por una peineta que encendió los ánimos de los manifestantes” y que el gerente, según este relato, habría lanzado a su llegada en coche a las instalaciones, aunque, subrayaron, la situación no pasó de ahí.
Entonces, los agentes habrían intentado acceder al interior de la residencia, pero aseguran que pese a haber insitido en llamar, nadie les abrió en al menos veinte minutos. Una vez dentro, contaron ante la jueza que el gerente se habría dirigido a ellos “de forma agresiva, con aspavientos” y con una frase que no recordaban precisar al cien por cien pero que ambos recordaban similar a “pareceis tontos.  Que me echen la gente fuera que me están rompiendo todo”.
Los efectivos del cuerpo insitieron en que pese a esas palabras, no vieron a ningún manifestante dentro del centro y consideraron la actitud de Martínez como una falta de respeto, de ahí la denuncia.
El gerente y las testigos aportaron una visión diferente. Aseguraron que tardó en abrirse a los agentes porque no se habían dirigido a la puerta correcta y aún que el timbre de la principal “estaba quemado”, según una de las testigos.
Los tres negaron que Enrique Martínez se encarase de malos modos con los agentes. “Solo les dije “por fin han llegado”, declaró él, a lo que añadió “yo no hablé con ellos, fueron mis empleadas”.
La primera de ellas declaró que fueron los guardias civiles los que elevaron el tono a su entrada, con la frase: “Que sea la última vez que llamamos y no nos abren la puerta” y que Martínez solo habría dicho a los agentes “¿cómo que no les abrían a puerta?”.
La segunda testigo indicó que los representantes del Intituto Armado no habrían visto el grueso del conflicto porque este estaba “en la puerta de atrás” mientras ellos permanecían “por delante”.
Escuchadas las partes, el fiscal pidió la libre absolución del denunciado, al considerar que no había suficiente fundamento inculpatorio, ya que el relato de los guardias civiles parecía contener algunas “contradicciones”, como las que apreció en las diferentes versiones aportadas de la supuesta frase insultante del gerente a los agentes. El juicio quedó visto para sentencia.

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