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jueves | 25 abril | 2024
Las 39 extrabajadoras de la residencia geriátrica Valle-Inclán y sus representantes sindicales realizaron ayer un encierro a mediodía en el Concello de Vilanova para forzar una reunión con el alcalde e intentar arrancar un nuevo compromiso de mediación en el conflicto laboral.
El grupo se concentró en las escaleras del edificio, frente a la Alcaldía, donde permanecieron casi por espacio de una hora, ante la ausencia del regidor, que había tenido que salir para atender reuniones de trabajo.
Durán llegó sobre la una y accedió a recibir a los concentrados. El encuentro se prolongó hasta las tres de la tarde, en una reunión “tensa” que terminaría más relajada tras alcanzar un acuerdo, valoraron fuentes sindicales.
Los representantes de la parte social expusieron la situación y criticaron las últimas declaraciones del alcalde en las que cargaba contra el papel de la CIG. Las diferencias terminaron dando paso a una propuesta del propio Durán para intentar buscar soluciones.
El primer edil terminó cogiendo el teléfono delante de los presentes y llamó al gabinete de la conselleira de Traballo e Benestar, con la que los concentrados llevan más de un año intentando ser recibidos.
Desde allí comunicaron que Beatriz Mato se encontraba en esos momentos en sede parlamentaria. En todo caso, el movimiento del regidor fue tomado en cuenta por los concentrados, que terminaron abandonando el encierro concluida la reunión.
“O compromiso do alcalde non foi o de que a conselleira nos reciba, pero si que el ía a intentalo”, explicaron ayer los representantes sindicales, concediendo así un voto de confianza.
Por eso, seguirán hoy pendientes de la evolución de los acontecimientos, sin descartar tener que volver a plantear un encierro, que podría volverse de carácter indefinido en caso de que la situación termine enquistándose.
margen
El tiempo se agota, ya que la adjudicación de las 110 plazas públicas de la residencia, que podrían abandonar Vilanova para dispersarse en varios municipios, podría estar al caer. De ahí que la parte social apremie a la titular de Benestar a negociar. Creen que hasta esa adjudicación aún hay tiempo para maniobrar.
