VILANOVA-Las extrabajadoras del geriátrico convierten su encierro en indefinido

La Consellería de Traballo no movió ficha y las gestiones del Concello de Vilanova no convencieron a las extrabajadoras de Residencia Valle-Inclán, que ayer decidieron retomar su encierro en la Casa Consistorial.
Una veintena de las 39 despedidas, junto a representantes sindicales, accedieron este jueves a las dependencias municipales para dar comienzo a un encierro indefinido hasta que la Xunta conteste a sus requerimientos de diálogo. El encierro se había convocado el miércoles, pero terminó disolviéndose hacia las tres de la tarde de aquella jornada al conseguir el compromiso del alcalde, Gonzalo Durán, de intentar mediar.
Fue una pausa breve. Ayer por la mañana, ante la falta de novedades, volvían al Ayuntamiento y levantaron un improvisado campamento en el salón de Plenos, en el que se disponían a pasar la primera noche.

"tomadura de pelo"
Representantes de la parte social del conflicto explicaban que el gabinete autonómico hizo llegar, a través de la intermediación del ejecutivo municipal, una dirección de correo electrónico a la que dirigirse para solicitar sus demandas de entrevista, algo que fue considerado por el colectivo concentrado como una “tomadura de pelo”.
Recuerdan que llevan desde el verano pasado insistiendo en ser recibidas por la conselleira Beatriz Mato y que incluso el delegado Cores Tourís había intercedido para conseguir una reunión en Santiago que no llega; de ahí que les parezca del todo insuficiente remitirlas a una dirección electrónica a estas alturas, lo que consideran la recta final de un conflicto que amenaza la supervivencia de la “principal empresa do municipio”, recuerdan.
El gobierno local se reunió ayer de nuevo con las concentradas, durante una mañana más tensa que la anterior. Desde el colectivo cargaron tanto contra la Xunta como el Concello, a los que exigen que “asuman dunha vez un compromiso” para intentar negociar una salida lo menos traumática posible para este problema laboral.