Vilanova retira las macetas de San Roque y se enfrentará a otra denuncia

El alcalde de Vilanova, Gonzalo Durán, ordenó ayer en San Roque do Monte la retirada de los polémicos maceteros sobre una propiedad privada frente a la capilla del lugar. El Concello procedió a su retirada de oficio, toda vez que los titulares del suelo se negaron a quitar las jardineras. La operación se llevó a cabo sobre las 11 horas, con presencia del propio regidor, de la concejala de Urbanismo, Nuria Morgade; operarios, Policía Local, una decena de vecinos que aplaudieron la escena y los propietarios afectados, que ya anunciaron que presentarán una nueva denuncia. 
El juzgado de Vilagarcía, primero, y la Audiencia de Pontevedra, después, ratificaron que la parcela del conflicto pertenece a estos propietarios privados. No obstante, los vecinos críticos reiteraron ayer que “esta señora, da casa para fóra, non ten nada”, asegurando que tal suelo es el “camiño da festa” desde hace décadas. Tampoco el alcalde está de acuerdo con la sentencia, la cual respeta, aseguró, pero no comparte. Insistió en que el Catastro de 1956 vincula la propiedad al Ayuntamiento, si bien el fallo judicial deja claro que un registro fiscal no basta para probar una propiedad, que atribuye, en virtud de otras documentales, a los particulares. 
Nueva denuncia
La sentencia, mostrada ayer nuevamente por los afectados, subraya que el Concello debe “abstenerse de ejercitar cualquier acción tendente a inquietar, negar o de cualquier manera menoscabar el pleno  dominio y posesión que la demandante tiene sobre la meritada finca, con todos los derechos inherentes al pleno dominio”.
En base a esto y al episodio de ayer, los propietarios han anunciado que estudiarán nuevas acciones judiciales contra el Ayuntamiento. 
Durán y Morgade explicaron este martes que el Concello respeta esta propiedad, de ahí el hecho de que se les haya notificado como titulares de la finca que son. No obstante, la administración local denegó el permiso solicitado para instalar unos bolardos de cierre “por non axustar á alineación”, aseguró Morgade. Aunque Patrimonio sí autorizó su colocación, la negativa del Concello hizo desistir de estos bolardos a los dueños. Pero no de poner unos maceteros, ya que “nuestros abogados nos han dicho que, en nuestra propiedad, podemos aparcar un coche, poner una mesa, sillas o unas macetas”, que “non son obra”. El Concello entiende que estas macetas son una “simulación” de un cierre, de ahí que ordenasen su retirada y su ejecución de oficio. Los tribunales dirán. l