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miércoles | 24 abril | 2024
Y Durán mostró el contrato. Después de que Anova dudase esta semana de la existencia de algún compromiso por escrito sobre la intención del grupo Alcampo de instalarse en la futura macro área comercial de Deiro y lo retase públicamente a presentar documentación que demostrase lo contrario, el alcalde de Vilanova compareció ayer para poner el papel sobre la mesa.
El regidor presentó a la prensa un contrato firmado entre representantes de la promotora del área comercial, Desarrollos Vilanova, y de la multinacional Alcampo, alcanzado el 11 de abril de 2005. Se trata de un acuerdo de alquiler de un local de futura construcción con opción a compra, para el desembarco del grupo empresarial en el futuro hipermercado.
Aunque el primer edil evitó hacer público el documento, quiso mostrarlo brevemente: “¿Me retaron? Aquí está. ¿Y ahora qué? Les pediría la dimisión, pero no tienen cargo del que dimitir”, atacó a los nacionalistas.
Es más, Durán recordó que el grupo Alcampo llegó a solicitar y obtener de la Xunta una licencia propia para abrir en Vilanova, necesaria más allá del propio permiso del área comercial por ser la intención de la multinacional ocupar más de 2.500 metros cuadrados, superados los cuales, es obligado obtener dicho trámite.
Durán sí admitió la hipoteca que pesa sobre los terrenos, solicitada por la promotora, que en 2012 no pudo hacer frente a los pagos de las cuotas. Aunque confirmó la delicada situación del suelo, restó importancia a esta al valorar que “en cualquier edifico que se proyecta se hipotecan los terrenos, no es nada excepcional”.
Eso sí, reconoció que dentro de estas cargas hipotecarias figuran algunas tierras de particulares, aunque no supo precisar cuántas, y también una reducida superficie municipal, perteneciente a un vial, explicó.
En todo caso, volvió sobre la exigencia de Anova de mostrar el compromiso por escrito de Alcampo y acusó al gobierno bipartito de la Xunta de hace dos legislaturas de poner trabas a la consecución del proyecto: “El contrato era de 2005. Si no se hizo entonces el centro comercial fue porque estas personas en la Xunta no quisieron recalificar y después vino la crisis. Son unos sinvergüenzas que impidieron la consecución de 400 puestos de trabajo”, cargó.
Y no quedó ahí la cosa. Todavía le dedicó a Anova calificativos de “izquierda abertzale”, de “jugar con el empleo” y de ser “a vella y no Anova, porque están personas que no quiso ni el BNG, están los descartes, como Ricardo Nogueira, que lo único que hizo siempre fue daño a Vilanova”, remachó con dureza.
