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La atención sanitaria de primer nivel-médicos de familia y pediatras- sigue teniendo un importante déficit de facultativos según se refleja en los informes hechos públicos por responsables que trabajan en los distintos sectores de la Sanidad. Los profesionales que llegan a la edad de jubilación van en aumento año tras año y sus plazas no son cubiertas por lo que en muchos caso se produce la acumulación de usuarios a otro cupo de facultativo que está en activo.


La situación es vieja. Hubo un tiempo en que los facultativos cuando llegaban a la edad reglamentaria de jubilación recibían una notificación en la que se les comunicaba que dejaban de prestar servicios en la plaza sanitaria que ocupaban. Plazas que, por otra parte, no sé cubrían en totalidad registrándose ya los primeros déficits de médicos.


Desde hace unos años, concretamente en 2015, los responsables sanitarios de Galicia fueron   cambiando su drástica decisión de no permitir a los médicos jubilados seguir ejerciendo su trabajo en  el sector público.


Fue en ese año cuando se autorizó a los que llegaban a los 65 años en activo prolongar durante unos años más el ejercicio profesional previa petición personal y que tenían que tramitar todos los años hasta cumplir los 70.


La necesidad de médicos en el primer nivel es acuciante y de ahí que los responsables sanitarios de la Xunta pretendan, vía Gobierno Central, que se modifique el actual estatuto que es el marco referencial para estos trabajadores y que la jubilación se amplie hasta los 72 años, como ocurre en otros sectores del funcionariado, citándose magistrados, jueces y secretarios de la judicatura. Y fundamentan su petición en que ahora cerca del 80 por ciento de los facultativos que llegan a la edad de jubilación suelen pedir la prórroga año tras año y hasta cumplir los cinco. La iniciativa sería lo que yo llamo 70 más 2


Termino señalando que para mí una posible solución al problema estaría en la utilización de la vía MIR. Que nuevos facultativos con la especialidad ya terminada fuesen ocupando las plazas que dejan vacantes esos médicos que durante tantos años nos atendieron a nosotros y a nuestros hijos. La idea creo que podría resultar positiva. En la propuesta a los que vengan a ocupar las vacantes se les tiene que garantizar una continuidad. No hacerlo así será una pérdida de tiempo.

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