Los Globos de Oro se asoman al abismo entre el boicot y la absoluta intrascendencia

Los Globos de Oro se asoman al abismo entre el boicot y la absoluta intrascendencia
El cineasta mexicano Alfonso Cuarón posa con sus galardones en la edición anterior | EFE

Sin champán en cada esquina, sin estrellas ni alfombra roja, sin prensa acreditada y sin una gala en televisión. Los Globos de Oro afrontan hoy su edición más controvertida bajo la sombra del boicot de Hollywood por sus numerosos escándalos y con el riesgo de convertirse en unos premios intrascendentes.


La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA), la polémica organización detrás de los Globos de Oro, celebrará la 79 edición de estos galardones a partir de las 18.00 hora local (2.00 GMT de mañana, lunes) desde el hotel Beverly Hilton de Los Ángeles (EE.UU.). Pero esta no será una gala más de los Globos de Oro.


La HFPA explicó el martes que “no habrá público” e indicó que el selecto grupo de miembros de la asociación e invitados de sus programas sociales que sí estarán deberán mostrar un certificado de vacunación completa con dosis de refuerzo y una prueba PCR tomada en las 48 horas antes del acto.


“No habrá alfombra roja. No se aceptarán solicitudes de acreditaciones de prensa para este evento”, añadió la HFPA sobre este evento privado que casi parece una fiesta a escondidas. Ya se sabía que NBC no iba a retransmitir estos Globos de Oro por primera vez desde 1996, pero esta semana se desveló que tampoco habrá emisión en directo por internet: los ganadores se darán a conocer por las redes sociales y en un comunicado posterior al evento.


Todas estas medidas chocan con el ADN de los Globos de Oro, que, tradicionalmente, eran una de las fiestas más glamurosas, esperadas y excitantes de Hollywood. Cada año, el mundo del cine se unía a comienzos de enero para descorchar la temporada de premios del cine con un espectacular evento repleto de figuras de la gran pantalla y con una alfombra roja en la que las copas de champán no paraban de ir y volver.


A diferencia de los ceremoniosos y formales Óscar, los Globos de Oro apostaban por un tono mucho más desenfadado, juguetón y divertido y tenían el aliciente de incluir entre sus premios a lo más prestigioso de la televisión.


Una crisis que no sorprende

No se puede decir que el descenso a los infiernos de los Globos de Oro fuera una sorpresa en Hollywood. Las acusaciones de corrupción y comportamientos muy discutibles de los miembros de la HFPA se habían conocido durante años e incluso fueron motivo de chiste en las propias galas.


Entre otras prácticas de dudosa ética, los votantes de los Globos de Oro se aprovechaban de fabulosos viajes y regalos de lujo a cargo de los estudios, cadenas televisivas y plataformas.


En este sentido, mucha gente conectó las polémicas nominaciones para “Emily in Paris” del año pasado con una visita que miembros de la HFPA hicieron a París por cortesía de la serie y que incluía estancias en un hotel de 1.400 dólares la noche. 

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