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jueves | 18 abril | 2024
Los cadáveres de un hombre y un niño de seis años, ambos de nacionalidad española, fueron hallados ayer después de que un coche se despeñase por un barranco en la localidad francesa de Port-Vendres, un enclave situado en el departamento de los Pirineos Orientales, cerca de la frontera con España. La policía francesa, que comunicó su hallazgo a la Oficina de Información Diplomática (OID) española, investiga si el vehículo se precipitó de manera accidental o si el accidente fue intencionado.
Los agentes encargados de la investigación del caso, informaron al consulado español en Perpiñán de la localización de los cuerpos. La OID informó de que este hallazgo se produjo sobre las 19.00 horas del pasado jueves en un barranco de unos veinte metros próximo a la carretera que une Portbou y Cerbére, en la zona conocida como Cap de Cervera.
Custodia compartida
Este viernes, informó TV3, una mujer de la localidad barcelonesa de Sabadell había denunciado en la comisaría de los Mossos d’Esquadra de esta localidad que su expareja no le había entregado a su hijo de seis años, que tienen en custodia compartida.
Documentación y matrícula
La madre denunció que su expareja tampoco estaba respondiendo a las llamadas telefónicas ni a los mensajes que ella enviaba, informó la madre a los agentes. Según la cadena de televisión catalana, la documentación y la matrícula del vehículo siniestrado en Francia coinciden con los datos facilitados por la madre.
Poco después de recibir la denuncia, una pareja de Mossos se personó en el domicilio del marido, donde no hallaron ni rastro de él, ni del menor, ni del coche, informó, por su parte Cuatro. La policía catalana emprendió las gestiones necesarias para localizar al padre y puso en marcha una búsqueda de su vehículo con un aviso al sistema informático interpolicial.
Pese a que se sospecha que se trata de las víctimas, la OID no confirmó todavía las identidades de los fallecidos. Según Cuatro, los Mossos sí confirmaron que hay relación entre la denuncia y el hallazgo de los cuerpos. La investigación está en manos de la policía francesa, que se puso en contacto con el consulado para hacer un seguimiento del caso, asistir a los familiares y gestionar el traslado de los cuerpos. l
