España es el primero en firmar el acuerdo internacional contra el tráfico de órganos

España es el primero en firmar el acuerdo internacional contra el tráfico de órganos

Compostela fue ayer el escenario de la firma del convenio del Consejo de Europa contra el Tráfico de Órganos, el primer tratado internacional impulsado para combatir estas prácticas ilegales y que España es el primer país en rubricar.

El congreso sobre este asunto que se está celebrando en Santiago, organizado por la Xunta, los ministerios de Sanidad y de Justicia y el Consejo de Europa, se inició precisamente con la firma del citado convenio adoptado por el Consejo de Europa el pasado julio y en cuya aprobación España ha tenido un papel muy importante.

Las jornadas posteriores a esta firma se centrarán ahora en cómo prevenir y luchar de una manera más eficaz contra el tráfico de órganos.

Este problema, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), se produce cada año en alrededor de 10.000 trasplantes en todo el planeta, por lo que este convenio ve la luz como “el primer paso” para acabar con un conflicto de una dimensión global que viola los derechos y la dignidad humana y que supone, además, una grave amenaza para la salud pública.

En la sesión inaugural, el ministro de Sanidad, Alfonso Alonso, se refirió a esta actividad como la “nueva fórmula de esclavitud del siglo XXI”, contra la que se hace “imprescindible” una respuesta integral, “no solo dentro de las fronteras de un país, sino de manera trasnacional”.

A este respecto, Alfonso Alonso celebró, especialmente, que España encabece esta batalla, asumiendo el papel que corresponde a un país que desde 1992 es líder en trasplantes de órganos y que en 2014 alcanzó un “máximo histórico” en el número de donaciones y trasplantes de órganos, con 4.360 pacientes trasplantados y una tasa de 36 donantes por millón de habitantes.

En todo caso, el responsable de Sanidad advirtió de que el convenio, a pesar de ser un “verdadero éxito”, no es el final del camino, “sino el principio de un reto”, dirigido a “lograr una adhesión masiva a nivel global”.

El ministro de Justicia, Rafael Catalá, también destacó el papel pionero de España en esta lucha puesto que, “tras un largo camino no exento de dificultades”, en el año 2010 se incorporaron al Código Penal tipificaciones referentes al tráfico de órganos y al denominado “turismo de trasplantes”.

Fruto de todo este esfuerzo capitaneado por el Estado español, continúo Catalá, se pudo firmar este convenio, que marca el “comienzo de una nueva etapa” para eliminar de la sociedad esta lacra que atenta contra los derechos fundamentales de las personas y la dignidad humana. Para Catalá, este convenio es un “hito para poder erradicar el comercio de órganos humanos”.

España es el primero en firmar el acuerdo internacional contra el tráfico de órganos

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