El cantante Justin Bieber pidió ayer perdón a sus fans por haber llegado tarde a su concierto del lunes en Londres, un hecho que generó una intensa polémica entre los padres de sus seguidores, que le exigían una justificación. “Llegué 40 minutos tarde. No hay excusa y pido perdón si alguien se sintió decepcionado. Sin embargo fue un gran espectáculo y estoy orgulloso de ello”, afirmó en su cuenta de Twitter. Otras fuentes apuntan, sin embargo, que el retraso fue de dos horas.