El ministro de Interior, Jorge Fernández Díaz, anunció ayer que el reglamento de circulación, que está en una fase “muy avanzada” de elaboración, podría estar aprobado en primavera con la reducción a 90 kilómetros por hora de la velocidad máxima en las carreteras secundarias, que ahora es de 100.
Fernández Díaz, que hizo estas declaraciones durante su visita a la Escuela de Tráfico de Mérida, recordó que esta decisión responde a que “el 77% de la siniestralidad vial y mortalidad se produce en las carreteras secundarias”.
En este sentido, indicó que el objetivo “máximo y prioritario” de los límites de velocidad es garantizar la seguridad vial, siempre dentro del equilibrio entre seguridad y movilidad.
Por ello, el Ministerio adoptó la decisión de reducir la velocidad máxima en las carreteras secundarias bajando, con carácter general, a un máximo de 90 kilómetros por hora la velocidad máxima.
calzada estrecha
Además, en aquellos tramos donde la calzada tenga una anchura inferior o igual a 6,5 metros, ese límite de velocidad será aún inferior llegando a 60 kilómetros, precisó.
Respecto a las autopistas, ha afirmado que se está estudiando la posibilidad de incrementar el máximo de 120 a 130 kilómetros por hora pero que, en todo caso, esta medida “estará pendiente de una posible monitorización”, puesto que no puede ser uniforme, y no se implementaría hasta introducir esa monitorización mediante paneles.
La adopción o no de este límite máximo, matizó, debe tener en cuenta variables como la situación del asfalto, densidad del tráfico o condiciones climatológicas; de manera que ese límite pueda variar en función de esos condicionantes.
También en materia de seguridad vial, Fernández Díaz se refirió al uso de las bicicletas en las vías urbanas e interurbanas y, bajo ese principio, ha recordado que “las aceras, con carácter general, son para los peatones y no para los ciclistas”.