Malaspina, 224 años después de Malaspina

Malaspina, 224 años después de Malaspina
El océano profundo, sobre todo el que está a 4.000 metros, va a empezar a ser un poco menos desconocido gracias a 2.000 muestras de microorganismo recogidas en la Expedición Malaspina

El proyecto liderado por el investigador Carlos Duarte toma su nombre del marino italiano Alejandro Malaspina, capitán de fragata de la Real Armada Española, quien en 1789 dirigió la primera expedición española con fines científicos -y también políticos- a bordo de las corbetas Descubierta y Atrevida.

En octubre de 1788 el monarca Carlos III aprobó el plan presentado por Malaspina y es ahí cuando comienza la exploración naval más audaz de cuantas patrocinó, según Andrés Galera, historiador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas.

El jueves 30 de julio de 1789 las naves partieron desde el puerto de Cádiz y 51 días tardaron en avistar tierra americana.

Este viaje, conocido como expedición Malaspina, unió ciencia y política con la finalidad de reformar el imperio español, explica Galera en su libro "Las corbetas del rey: el viaje alrededor del mundo de Alejandro Malaspina (1789-1794)" y en varios artículos.

Cinco años de navegación no fueron suficientes para dar la vuelta al mundo pero sí para explorar detenidamente tierras y mares de América, Asia y Oceanía, según este investigador, quien apunta que no obstante recogieron gran cantidad de información y materiales.

Malaspina recorrió la España ultramarina con el fin de reformar su modelo colonial y aplicar un novedoso programa científico sobre materias como cartografía, astronomía o ciencias naturales.

Sin embargo, cuando la expedición regresó, el ambiente gubernamental no se correspondía con "las felices circunstancias" que lo promovieron, según Galera.

Malaspina fue acusado de conspiración, condenado y encarcelado en el penal de La Coruña, y luego expatriado a Italia.

La consecuencia, el olvido de su expedición, que empezó a recuperar valor el último cuarto del siglo XX.

La puesta en marcha de la actual Expedición de circunnavegación Malaspina en 2010 coincidió con el 200 aniversario de la muerte del marino italiano.

La de Carlos Duarte arrancó el 15 de diciembre de hace tres años, también desde Cádiz, desde donde partió el buque de investigación oceanográfica Hespérides.

A bordo de este barco de la Armada Española y del buque Sarmiento de Gamboa, del CSIC, los investigadores estudiaron durante nueve meses el impacto del cambio climático global en el ecosistema del océano y exploraron su biodiversidad.

Tomaron cerca de 200.000 muestras de agua, plancton, partículas de la atmósfera y gases en 313 puntos de los océanos Índico, Pacífico y Atlántico con profundidades de hasta 6.000 metros.

Esta expedición, en la que han participado más de 400 científicos de todo el mundo, está ahora en la fase de la genómica.

Y es que investigadores del CSIC han comenzado a secuenciar el genoma del océano profundo empleando más de 2.000 muestras de microorganismo.

Gracias a su análisis -por ahora se ha estudiado un 5 % de las muestras- el océano profundo va ser un poco menos desconocido.

Los primeros resultados apuntan a que hasta el 80 % de las especies bacterianas de esas aguas no están registradas.

Como ha señalado hoy Duarte: "lo realmente apasionante empieza ahora".

Malaspina, 224 años después de Malaspina

Te puede interesar