El sacerdote Miguel Pajares combate al ébola en España a las 36 horas de decidir su repatriación

El sacerdote Miguel Pajares combate al ébola en España a las 36 horas de decidir su repatriación
Fotografía facilitada por el Ministerio de Defensa de la llegada esta mañana del religioso Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, y la misionera Juliana Bohi, a la base de Torrejón de Ardoz (Madrid), para

El sacerdote Miguel Pajares, el primer español contagiado de ébola, ya se encuentra desde primera hora de la mañana en el hospital Carlos III de Madrid, 36 horas después de que las autoridades españolas decidiesen repatriarlo para ser tratado de su enfermedad en España.

Pajares ha llegado junto a la monja, de origen guineano y pasaporte español, Juliana Bohi, -que pese a no estar contagiada ha sido trasladada con las mismas medidas de aislamiento- procedentes de Liberia en un avión del Ejército del Aire que ha aterrizado en la base aérea de Torrejón de Ardoz a las 08,10 horas.

Envueltos en un dispositivo de seguridad formado por vehículos de la Policía Nacional y la Guardia Civil, tres ambulancias del SUMMA equipadas con medios de aislamiento biológicos han trasladado a los dos misioneros y a parte del equipo médico que les han acompañado durante el traslado.

Las ambulancias, cuyos conductores iban protegidos con trajes especiales y mascarillas, han entrado a las 09,30 horas al hospital por una puerta diferente a la de acceso al centro, lo que ha cogido desprevenidos al más de medio centenar de periodistas que, desde primera hora de la madrugada, hacían guardia en la entrada principal.

La comitiva ha entrado por el acceso a los institutos de Investigación Cardiovascular y Oncológicos, que se encuentran dentro del recinto hospitalario, y se ha dirigido a un edificio con acceso directo a la sexta planta, donde se encuentran tres habitaciones individuales de aislamiento con esclusas con presión negativa.

El sacerdote y la monja han sido trasladados hasta la citada planta dentro de las cápsulas de aislamiento en las que han viajado en el Airbus.

El ambiente en el hospital era de total normalidad y, desde primera hora de la mañana, se han ido incorporando a sus puestos los trabajadores sanitarios y administrativos del centro. Cerca de una docena de pacientes a los que a los que no se les había anulado la cita, han acudido a hacerse análisis clínicos, tras lo cual han abandonado el complejo sanitario.

Al hospital se han acercado dos hermanas de la Orden San Juan de Dios para intentar ver al sacerdote que han explicado a Efe su intención de iniciar una campaña de recogida de firmas con el objetivo de conseguir la salida de Liberia del resto de las hermanas enfermas de la congregación.

En la comunidad religiosa que trabaja en Monrovia también hay dos monjas que han dado positivo en el test de Ébola, las hermanas misioneras Inmaculada Concepción Chantal Pasaline Mutwamene y Paciencia Melgar, de Congo y Guinea, respectivamente, que se encuentran aisladas en el hospital San José.

En el Carlos III están activados los protocolos marcados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), que garantizan un riesgo mínimo para la atención a los pacientes con este tipo de enfermedades infecciosas.

Todos los trámites se han realizado para que la seguridad esté "absolutamente garantizada para toda la sociedad y todos los españoles", según dijo ayer la directora general de Salud Pública, Mercedes Vinuesa.

Por ello, el Airbus, en el que han sido repatriados, iba equipado con todas las medidas médicas y de seguridad para evitar contagios a la tripulación y el personal médico que viajaba en él.

El avión despegó a las 2.30 horas desde el aeropuerto de Monrovia, a donde había llegado sobre las 18.30 horas de ayer desde Madrid.

En principio tenía previsto una escala de una hora y media pero tuvo que retrasarse porque el misionero y la monja no se encontraban en el aeropuerto y hubo que ir a buscarlos al hospital San José de Monrovia.

Además, se perdió mucho tiempo en buscar un transporte adecuado para su traslado hasta el aeropuerto en condiciones adecuadas para los enfermos.

Miguel Pajares, toledano y de 75 años, permanecía aislado desde el pasado viernes en el hospital San José de Monrovia, en Liberia, junto con otras cinco personas , después de la muerte de su director, el hermano Patrick Nshamdzea, a quien el religioso español cuidó.

El sacerdote Miguel Pajares combate al ébola en España a las 36 horas de decidir su repatriación

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