Zahara afirma que ya no le importa que la relacionen con Joaquín Sabina

  Zahara se redime de un anterior álbum "denso y autoflagelante" con "SANTA", un disco que la devuelve más roquera a la música, subida de revoluciones y después de alejarse de ella a la carrera durante un año entero, ratificándose como algo más que una cantautora promesa con un parentesco que quiso silenciar.

"(Joaquín Sabina) Siempre me ha ofrecido las puertas de su casa y sabe que no he llamado a ellas, porque he querido que la gente me conociera por mí misma. Ahora mismo no me importaría relacionarme con él, porque ya tengo mi camino y no tiene nada que ver con el suyo", afirma la joven ubetense en una charla con Efe al preguntarle por su famoso tío.

Cuatro años ha tardado en lanzar por su cuenta su nuevo álbum, el tercero oficial de una carrera que arrancó en 2009 con "La fabulosa historia de...", el cual incluía el sencillo "Merezco", canción de la Vuelta Ciclista a España de ese año, al que sucedió en 2011 "La pareja tóxica".

"Sacar un disco porque tocaba me parecía absurdo. Transcurridos dos años del último, no tenía ni canciones, ni ganas, ni ideas", reconoce.

Se dedicó a salir de gira y también se regaló doce meses completamente alejada de la profesión, ocupada en cursos de edición de vídeo, clases de costura o, simplemente, en correr.

"Una vez paré y me alejé lo suficientemente de mí, tuve ganas de volver a escribir y de contar historias", explica sobre un disco en el que se ha manifestado la velocidad de la carrera.

Ella, que siempre había sido de tiempos tranquilos, incorpora en "SANTA" temas más rápidos, "mucha energía", ideales para marcar el paso al trote. Quien quiera hacer la prueba, que corra con "El deshielo", dice.

Este corte, uno de los que mantienen el "punch roquero" del disco, habla del momento ilusionante de una relación sentimental en sus inicios. Le sigue en una clara progresión narrativa "El frío", que trata justo lo contrario, de cuando las relaciones se estancan y se vician.

Este punto del álbum es el único en el que se percibe una unidad temática conceptual, a diferencia de lo que pasaba en su anterior producción, "La pareja tóxica", sobre las desavenencias amorosas.

Frente a "la decepción absoluta profesional y personal" que caracterizaron aquel trabajo, en este momento se encuentra en otra situación vital "complemente distinta", felizmente emparejada e instalada en Madrid.

La canción de despedida con la que dejó Barcelona, "La gracia", es la carta de bienvenida del disco, una especie de epifanía sonora cargada de épica celestial, con unos marcados arreglos de cuerda.

El álbum entero parece concebido como una carrera con desniveles. Hay pendientes como "Donde habitan los monstruos" -"una reflexión sobre cómo pueden bloquearnos los miedos", explica-, suaves cuestas abajo como la postrera y acústica "Interior noche", que sirve para enfriar el cuerpo, y, entre medias, se encuentran pistas para acelerar como el primer single, "Crash".

La primera canción que le brotó fue "Hágase tu voluntad", y las referencias religiosas salieron solas. Luego llegó la citada "La gracia" y le pasó lo mismo, así que creyó lógico emplear el título de "SANTA" que llevaba tiempo utilizando en su perfil de Facebook ("Santa Zahara").

"Utilizo el imaginario religioso, pero no la temática religiosa", aclara la compositora, que ha producido el álbum junto a Sergio Sastre, guitarrista de Miss Caffeina y uno de sus mejores amigos.

El resultado, cuenta, es una combinación de lo que escuchaba "hace 2 años y hace 20", esto es, Beach House, Pink Floyd, Tame Impala, Queens of the Stone Age... y también Mecano.

"'Barco a Venus' está en este disco", afirma orgullosa, refiriéndose a la influencia en melodías e instrumentación del trío madrileño.

De su primer álbum junto a Universal Music acabó desencantada con el mundo discográfico, así que decidió autoeditar el segundo. Su tercer disco, que aparece bajo su propio sello, G.O.Z.Z. Records, la reafirma en ese camino.

"Lo que te ofrecen es algo que te puede dar un banco, un amigo o tus ahorros: dinero. Pero tienes que confiar tu ilusión, tu creatividad y tus canciones a personas que van a hacer otra cosa con ello a cambio de que lo paguen. Este disco nunca habría tenido cabida en una multinacional", argumenta.

Se refiere al peculiar formato físico que acompaña el CD, con una portada que evoca una vidriera eclesiástica moderna e ilustraciones intercambiables concebidas como estampitas de santos, en busca de un "objeto bonito" que apetezca atesorar, con un segundo CD, un "Bestiario" en el que ha recopilado rarezas y versiones de sus canciones en directo.