Archivan la denuncia por los insultos de un concejal del PP a Carmela Silva

La justicia ha archivado la denuncia interpuesta contra el exconcejal del PP Jorge Caldas, por los insultos que profirió contra la presidenta de la Diputación de Pontevedra ya que considera que el hecho de que le llamase “mala zorra” a la socialista se incluye dentro de la “libertad de expresión”. El auto no ha gustado a Carmela Silva, que los considera machistas, y ayer mostró su “enfado” asegurando estar “indignada” y “escandalizada”.
La jueza argumenta que no hay motivo para la sanción porque, según asegura, insultos como “mala zorra”, “sinvergüenza”, “menuda furcia” e “hija de puta” no son expresiones “gravemente ofensivas” y “han sido vertidas en el ejercicio del derecho a la libertad de expresión”.
El auto está firmado por Rosa García Prado, la magistrada del Juzgado de Instrucción número tres de Pontevedra, con competencia sobre materia de violencia sobre la mujer.
Fueron los ediles del BNG de Moraña quienes denunciaron públicamente los insultos del entonces edil Jorge Caldas Domínguez, quien pidió disculpas y dimitió tras el escándalo suscitado. El edil dio asimismo un “Me gusta” a otros insultos que escribió en Facebook Daniel Monteagudo, otro militante del PP de la villa, contra el que también se dirigía la querella de la Diputación.
En el auto, la magistrada admite que “los términos empleados suponen un lenguaje soez que, sin embargo, no resulta inhabitual en la actualidad en las manifestaciones de los cargos públicos”. Además, enmarca estos insultos “en un momento de obcecación”, por lo que asegura que no existe responsabilidad en la vía penal, “no estimando que se trate de expresiones gravemente ofensivas”.

"incomprensible"
En una comparecencia de urgencia tras conocerse el contenido del auto, Silva anunció que la Diputación interpondrá un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial, ya que considera que este tipo de conductas no pueden quedar impunes. La presidenta manifestó su “absoluta incomprensión” frente a unos “insultos gravísimos de marcado carácter sexista” que considera “injurias graves contra un cargo público”, una figura que el Código Penal contempla como delito, por lo que ve “incomprensible” la decisión de la jueza.
“Lo que más me preocupa es que son violencia machista esos insultos”, añadió, tras lo que precisó que ella tiene “voz” y un modo de defenderse de esas ofensas, así como la “capacidad de poder denunciarlo”, lo que no ocurre a otras mujeres insultadas. “Lo que me preocupa son todas esas mujeres que no tienen voz y que son agredidas cada día”, manifestó. Silva también añadió que “les estamos diciendo todos los días que sean valientes y que denuncien en los juzgados los ataques y la violencia machista” y “cuando conozcan el contenido de este auto les estamos diciendo que no merece la pena denunciar” y que hay que “aguantar esos insultos”.