La iglesia de Santiago de Lampón, en el municipio de Boiro, sufrió un sabotaje que afectó al campanario. Unos vándalos cortaron el cableado que surte de energía eléctrica la torre y que permite que las campanas toquen de forma automatizada. Fue en la mañana de ayer cuando el párroco y los feligreses descubrieron la fechoría. Todo apunta a que fue durante la noche cuando los gamberros este acto más propio de unos bárbaros que de personas civilizadas.
Se emplearon bien, ya que no se limitaron a cortar los cables. Tuvieron que romper primero una tubería de PVC y después un segundo tubo metálico que contenía, en su interior, dos mangueras del cableado eléctrico. Utilizando algún tipo de herramienta, cortaron las dos.
El sabotaje no afectó a la iglesia propiamente dicha ni a su actividad dominical, de forma que durante la jornada de ayer pudieron desarrollarse con normalidad y con iluminación tanto las misas programadas como la catequesis.