CALDAS de REIS - Los balnearios avisan que obrar en A Tafona sin autorización puede ser delito

Tras los trabajos previos a la construcción de las piscinas termales que se llevaron a cabo la pasada semana en A Tafona, los balnearios Dávila y Acuña han presentado un escrito en el Concello en el que afirman que las citadas obras podrían, incluso, constituir un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente, ya que se ejecutaron dentro del perímetro de protección de aguas minero-medicinales sin que la Consellería de Industria haya autorizado aún ningún tipo de trabajo en la zona.
Las actuaciones, que se desarrollaron durante la tarde del miércoles y la mañana del jueves, consistieron, según el operario de la empresa Consultoría Geología Geotécnica que las realizó, en un estudio geotécnico del terreno. Ayudado de una máquina, acometió sondeos y catas en el suelo para determinar sus características y dureza de cara a proyectar la cimentación de las piscinas termales. En la mañana del jueves, los trabajos cesaron tras una visita a la zona de los directores de los balnearios Dávila y Acuña, que tomaron fotografías y preguntaron al operario si contaba con los permisos necesarios para actuar dentro del perímetro de protección. Al parecer, no los tenía y la propia Consellería de Industria confirmó después que no había autorizado trabajos en A Tafona y que desconocía qué tipo de actuaciones estaban desarrollándose en la finca municipal.
Al día siguiente (el viernes 22) los balnearios registraron en el Ayuntamiento un escrito firmado por David Pereira, director del Dávila, y Javier Mirones Díez, representante del grupo Tres Mares, al que pertenece el establecimiento Acuña. En él exigen la “paralización inmediata” de cualquier trabajo subterráneo en A Tafona, “en tanto no se cuente con la autorización perceptiva”. Y es que “creen saber” que el estudio geotécnico se realizó sin dicha autorización, que es necesaria para todas aquellas obras que se realicen dentro del perímetro de protección de aprovechamientos de aguas minero-medicinales, tal y como exige la Ley de Minas. Es por ello que los responsables de los dos balnearios caldenses aseguran que los citados trabajos geotécnicos “podrían, incluso, constituir un delito contra los recursos naturales y el medio ambiente”. En caso de que continúen realizándose obras sin permiso, advierten que se verán “en la obligación de adoptar las medidas de todo orden que fuesen necesarias o convenientes para la protección de los derechos” de los balnearios; unos derechos que consideran que “se han visto vulnerados”.
Hay que tener en cuenta que el proyecto de las pozas termales contemplan la ejecución de un pozo de 75 metros de profundidad para captar aguas termales en A Tafona —si bien el Concello baraja ahora como alternativa instalar una canalización para conducir el agua desde la burga—. Existe el riesgo de que la construcción del citado pozo pueda dañar el manantial del que se surten los balnearios, contaminar las aguas minero-medicinales o reducir el caudal que llega a los dos establecimientos termales de Caldas.