CALDAS DE REIS - La presión de una bolsa de agua provocó el derrumbe del talud en la Variante Este

Una bolsa de agua procedente de un manantial cercano pudo ser, según la hipótesis que maneja el personal de mantenimiento de Carreteras del Estado, lo que provocó el desprendimiento de tierra que el pasado domingo obligó a cortar al tráfico la Variante Este de Caldas de Reis durante unas diecisiete horas. Según parece, las constantes lluvias de las últimas semanas habrían generado esta bolsa de agua, que ejerció presión sobre la tierra y motivó el derrumbe del talud sobre la calzada, que quedó soterrada bajo toneladas de tierra y lodo.
En la misma jornada del domingo, operarios y máquinas de mantenimiento se encargaron de despejar los carriles de circulación (con la colaboración de Protección Civil, que realizó la limpieza y baldeo del asfalto) para poder reabrir al tráfico la circunvalación de la N-550. Tanto el lunes como ayer continuaron las tareas de retirada del material desprendido sobre el arcén y en la cuneta. Esto obligó a cortar de nuevo un pequeño tramo del carril derecho (en dirección Pontevedra-Santiago), dando paso alternativo a los vehículos por el otro margen de la calzada.
El alcalde, Juan Manuel Rey, que en los últimos días había estado de viaje, se interesó ayer por la situación de la Variante y “parece que no hay peligro”, si bien el Ministerio de Fomento realiza “continuas labores de vigilancia y mantenimiento en toda la carretera” ante la posibilidad de que puedan producirse nuevos desprendimientos.
El regidor pudo hablar con el jefe de la Unidad de Carreteras del Estado en Pontevedra, Pablo Domínguez, que se desplazó a Caldas y le comunicó que hoy mismo podrían terminar los trabajos de limpieza. Carreteras aguardará a que mejore la climatología para hacer una valoración del estado de los taludes y tomar medidas que garanticen la seguridad en la circunvalación. Estas podrían consistir en la retirada de vegetación y el refuerzo de algunas laderas.