Celtic Estores rechaza readmitir a los 16 despedidos y CCOO pide que intervenga Inspección de Traballo

El primer contacto para negociar el nuevo ERE en Celtic Estores acabó con posturas encontradas entre empresa y sindicatos. La compañía —que estuvo representada en la mesa por un abogado desplazado desde Barcelona, un responsable de Recursos Humanos y el director gerente, Casián García— descarta la readmisión de los 16 trabajadores despedidos a comienzos de mes, condición que para los sindicatos y el comité de empresa resulta indispensable para acceder a negociar el ERE. Para el próximo miércoles, a las 10 de la mañana está convocada una nueva reunión, para la que Comsiones Obreras reclama la intervención de la Inspección de Traballo.

Con la nueva legislación en la mano, los sindicatos —en el encuentro de ayer participaron asesores de CCOO y UGT— son conscientes de “a empresa pode aplicar o ERE nos términos en que ela plantexe e sen precisar autorización da administración”, de ahí que en los últimos días hayan acudido a la vía política para intentar que la dirección de Celtic Estores reconsidere su postura y readmita a los despedidos. Representantes de CCOO se reunieron con los alcaldes de Caldas, Cuntis y Moraña para reclamarles que insten a la Consellería de Traballo a “presionar” a la empresa y que “modifique a súa posición”, indica Xosé Luis Pedrosa, secretario comarcal de CCOO en Pontevedra. “As empresas deben actuar con responsabilidade social. Non pode ser que se beneficien de cantidades importantes de diñeiro público e despois se desfagan dos postos de traballo cando os despidos non son imprescindibles”. Porque Comisiones sostiene que, en comparación con otras compañías acuciadas por la crisis, la situación de Celtic Estores es “moi boa” y “sería perfectamente asumible” el mantenimiento de esos 16 puestos de trabajo.

El ERE que plantea la compañía textil radicada en el polígono de Afieiras, en Moraña, se prolongaría entre el 1 de marzo de 2013 y el 31 de marzo de 2014 y conllevaría 36 días de suspensión de contratos para 160 trabajadores. “Isto supón 30.000 xornadas de traballo, mentras que o que deixan de traballar os 16 despedidos suman 29.000”, indica Pedrosa. “Cun ERE de 71 días de suspensión temporal para toda a plantilla poderíanse manter perfectamente todos os postos de traballo”, insiste. Además, añade, a la empresa “sáenlle máis caras as indemnizacións que a cuota patronal da Seguridade Social que tería que pagar polo equivalente ás xornadas deses 16 despidos”.