Un coche se empotra contra un bar de Saiar y sus dos ocupantes resultan ilesos

La noche caldense de Fin de Año transcurrió sin incidencias destacables, pero la mañana registró un aparatoso accidente en el que  un coche acabó literalmente dentro del bar Fermín, ubicado en el lugar de Sequeiros (Saiar). Afortunadamente sus dos jóvenes ocupantes solo sufrieron magulladuras, pero los daños en el local fueron cuantiosos y, de hecho, los efectivos de emergencias tardaron más de una hora en apuntalar el techo para poder extraer el turismo sin riesgo de desprendimiento pues a consecuencia del impacto la viga maestra del inmueble se partió.
El siniestro tuvo lugar sobre las 9:40 horas de la mañana en la carretera que une Caldas de Reis con Vilagarcía. Sin embargo, según fuentes del dispositivo, el turismo, de marca Golf, procedía de una pista interior que desemboca justo frente al local. La Guardia Civil  ha abierto diligencias para investigar las causas que rodearon al siniestro, aunque no se descarta que el conductor se durmiera al volante o se despistase pues, al parecer, no se encontraron huellas de frenada en el vial.
Se desconocen las causas que provocaron el siniestro y a pesar de la brutalidad del impacto, los ocupantes solo sufrieron magulladuras, pero fueron trasladados por Urgencias Sanitarias 061 al centro de salud de Caldas para ser examinados de manera más exhaustiva.
Afortunadamente el bar estaba cerrado a esas horas y los vecinos de la zona se despertaron con el estruendo de la colisión, que destrozó la fachada del inmueble de planta baja que acoge el bar, provocando daños en la barra de madera y destrozando la máquina tragaperras, entre otros daños que la gerente del establecimiento aún no había cuantificado ayer.
Hasta el lugar de los hechos se desplazaron efectivos del Parque de Bombeiros de O Salnés, así como voluntarios de Protección Civil de Caldas y miembros del GES de Valga que ayudaron a los primeros a apuntalar la estructura para permitir la retirada del Golf sin peligro. Y es que con el impacto, la viga maestra que sostiene el inmueble cayó sobre el turismo y se partió, con lo cual había riesgo de derrumbe.

dispositivo de dos horas
El dispositivo se prolongó durante más de dos horas en las que no faltaron curiosos paseando por la zona tras haber escuchado que en el bar Fermín se había empotrado  un coche. De hecho, la noticia dio el salto a los telediarios de las cadenas nacionales por su espectacularidad. Cuando los efectivos de emergencias se cercioraron de que no había peligro de derrumbe, el boquete que quedó en la fachada se tapó con  unas grandes tablas de madera y se acordonó el perímetro para evitar el paso de peatones por delante del establecimiento.
El accidente podía haber tenido consecuencias trágicas si el hubiera ocurrido cualquier otro día de la semana porque se trata de un bar muy concurrido y con mucha actividad.