El CODI ampliará sus talleres con un horno de barro y aspira a comercializar las piezas

El CODI ampliará sus talleres con un horno de barro y aspira a comercializar las piezas
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El Centro de Discapacitados (CODI) de Valga proyecta ampliar sus actividades estables con un taller de barro para lo que se instalaría un horno con el que ya cuenta el Concello. La iniciativa, que permitirá un mejor aprovechamiento de las instalaciones, le fue transmitida ayer al presidente de la Diputación, Rafael Louzán, en una visita que realizó al CODI. “Hai poucos concellos que poidan presumir de ter un centro tan modélico coma este”, aseveró Louzán, que visitó a los usuarios que participan en los talleres de informática y de reciclaje de aparatos eléctricos y electrónicos. Sesiones de refuerzo para menores con necesidades educativas especiales, apoyo a las familias o tratamiento de logopedia son otros de los servicios que presta el CODI y que ahora se pretenden ampliar con el taller de barro, “pensando incluso en comercializar” las piezas que elaboren los usuarios, indica la directora del centro, Teresa García. “Levamos a cabo un traballo integral” desde las edades más tempranas, incide esta responsable. Los usuarios “veñen a formarse e a traballar. É unha oportunidade para capacitalos e que un día poidan acceder ao mercado laboral”.
Louzán elogió el “extraordinario labor social deste centro” y felicitó al Concello por “coller o touro polos cornos” y apostar en su día por la construcción del CODI. Desde hace dos años la Diputación financia el 80% de los costes de personal, mientras que el Concello asume el 20%. En los exteriores de las instalaciones se proyectan actuaciones de mejora como el asfaltado de la explanada de entrada y la mejora del acceso a la parte trasera del edificio, actualmente de tierra.

Posible transferencia
La visita de Louzán a Valga tuvo como otro de sus ejes la situación de las carreteras provinciales que discurren por la villa y en las que se están ejecutando obras en la actualidad: los viales de San Miguel, Baño y Senín-Forno. En este último las obras de urbanización están prácticamente finalizadas, restando tan solo un tramo de alrededor de un kilómetro en el entronque con la N-550. La conclusión de los trabajos se retrasó por la negativa de un vecino a ceder los terrenos, lo que hizo necesario tramitar la expropiación. “Foi o único propietario” con el que surgieron dificultades, comentó el alcalde, José María Bello Maneiro, que recordó que casi un centenar de vecinos más “cederon gratuitamente”. Situación similar es la que mantiene paralizadas las obras en la carretera de Baño, en la que “estamos pendentes de que o Consello da Xunta aprobe a solicitude da Deputación de urxente ocupación” de una franja que hubo que expropiar a la altura del pazo. “Por dúas veces nos dixeron personalmente que cedían, pero ao final opuxéronse”, explica el alcalde. La tercera carretera es la que conduce a la iglesia de San Miguel. La Diputación invierte 314.137 euros en el ensanche de la calzada hasta los 12,6 metros, una obra que está en ejecución por parte de la empresa Covsa. Habrá una segunda fase que incluirá la dotación de servicios y la pavimentación definitiva. También en este caso, confirma Maneiro, “hai algún problema” con la consecución de “dúas ou tres parcelas. Estamos intentando negociar cos propietarios para conseguir a cesión voluntaria” o, de lo contrario, “haberá que ir á expropiación” forzosa.
Estos tres viales, que unen la N-550 con la carretera autonómica PO-548, son “eixos de comunicación transversais” en torno a los que “se crea a vida deste concello, e aí é onde estamos actuando nós” con una inversión “de varios millóns de euros”, destacó Louzán. El presidente de la Diputación anunció que estas tres carreteras “probablemente pasen a ser de titularidade municipal” una vez concluyan las obras y alabó la “labor do alcalde” y su gestión en materia de infraestructuras, que “é indiscutible e aválana os veciños cada catro anos”. A juicio de Louzán, “a moitos concellos lles gustaría ter o que Valga consigueu” mediante el “diálogo permanente” del gobierno local “cos veciños para conseguir terreos, cesións e colaboracións”.
El recorrido de Louzán por Valga también le sirvió para conocer de primera mano el estado del Museo Histórico Local y el futuro edificio administrativo. El primero podría inaugurarse este mismo año o, al menos, esa es la previsión del Concello. “Faltan tan só pequenos detalles de equipamento” para que puedan abrirse al público las instalaciones que, no solo albergarán la Casa Museo de La Bella Otero, sino que aglutinarán otros recursos culturales y turísticos de Valga, como parte de los vestigios arqueológicos hallados en las excavaciones de Igrexa Vella o en las prospecciones de Agramar, en el río Ulla.
También este mismo año, el gobierno valgués pretende retomar las obras del edificio administrativo. En ejercicios anteriores se demolió buena parte de la antigua escuela unitaria de Valga, dejando únicamente la estructura de piedra del inmueble. “Por problemas económicos” los trabajos tuvieron que paralizarse y “a ver se conseguimos botar, cando menos, unha placa para garantizar a seguridade xa que os muros están sen ningún apoio”, dice el alcalde. Louzán abogó por incluir estas obras en próximos planes provinciales. n

El CODI ampliará sus talleres con un horno de barro y aspira a comercializar las piezas

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