CPI Progreso: Nuevo curso, viejos problemas

El nuevo curso escolar arrancó en el CPI Progreso con viejos problemas que no encuentran solución en las administraciones competentes. Si durante el verano fueron las deficiencias y el mantenimiento del pabellón municipal, que los escolares utilizan para las clases de Eduación Física, los que generaron un enfrentamiento entre el Concello y la Xunta, las lluvias de los últimos días han sacado a la luz otra problemática con la que los alumnos se ven obligados a convivir desde hace años: la acumulación de agua en la entrada del edificio de Educación Infantil.
Esta situación se repite cada invierno desde que se arregló el citado edificio. “Cada vez que chove un pouco forte o patio de entrada inúndase, facendo que tanto nenos como familiares e profesores teñan que ir sorteando os charcos e mollando os pés”, denuncia el portavoz del BNB, Xoán Castaño. Ayer fue uno de esos días en los que el agua se adueñó de parte del recinto educativo y “planeaba por toda a zona de entrada do patio cuberto e do propio edificio”.
Las quejas por parte de la comunidad escolar se hicieron oír ya en cursos pasados y, de hecho, se adoptaron algunas medidas como la apertura de canaletas de desagüe en el pavimento. En otras ocasiones se optó por vallar de forma temporal las zonas con más agua. Pero nada de esto resolvió el problema. Es más, este se vio agravado cuando el curso pasado se elevó el nivel de una zona de juegos de arena, provocando que se acumule aún más agua en la zona de la entrada.
Tanto la dirección del centro, como el profesorado y la ANPA demandan desde hace años a la Consellería de Educación que ponga fin a este problema, que se da también en menor medida en otros puntos del recinto. Pero “a Consellería di non ter cartos mentras adica cantidades inxentes de diñeiro a subvencionar colexios privados que segregan ao alumnado por razón de sexo, en lugar de usar eses recursos para a mellora do ensino público”, censura el BNG, que teme que, “como os que mandan e dispoñen os cartos non acostuman a estar a pé de obra, pasen os meses e todos a mollarse”.
Ante esto, los nacionalistas catoirenses trasladan a Educación “unha recurrente demanda” del colegio Progreso: la construccion de pasillos cubiertos que intercomuniquen los cuatro edificios para evitar que los alumnos y profesores se mojen.