Un fuerte estallido alertó este mediodía a los vecinos del centro de Caldas. La explicación llegó minutos después a través de un comunicado emitido por el propio Concello en el que manifestaba que el fuerte ruido provenía de la química Foresa, ubicada a poca distancia del centro urbano, pero que la situación estaba totalmente controlada. En el comunicado el Concello apuntaba a que se “trata dunha válvula de seguridade” y que la situación no revestía riesgos mayores.
De hecho en ese mismo comunicado el Concello apuntaba que “actualmente estase a investigar a orixe e todo apunta a que se debeu a unha baixada de tensión”.
Lo cierto es que los vecinos están en alerta desde hace meses con todo lo que pase en torno a la planta de Foresa. De hecho –y así lo denunció el BNG de la localidad en su día– hace un tiempo hubo quejas notables por un fuerte olor que salía de la factoría y que alertó a buena parte del centro urbano. Sobre aquello se explicó que no había riesgos para la salud, aunque el asunto dio mucho que hablar. Ahora con este estallido los ojos de los caldenses vuelven a mirar de nuevo hacia la factoría química.
Foresa está ubicada en Caldas desde hace años y realiza de forma periódica simulacros para comprobar la efectividad de sus sistemas de seguridad. Además no hace mucho que se anunciaba desde la firma la ampliación de sus instalaciones de la mano de Iberdrola con una nueva planta de metanol verde. La inversión prevista en las obras –que fue anunciada el pasado mes de octubre por parte del conselleiro de Industria en su visita a Caldas– es millonaria.