La Guardia Civil podría tener identificados a los asaltantes del bar de la playa de Valga

La Guardia Civil ya maneja nombres y fotografías de algunos sospechosos del asalto al bar de la playa fluvial de Vilarello, un robo idéntico al cometido el pasado 29 de noviembre en el establecimiento Anel, en Os Ánxeles (Brión). Los tres ladrones, que al igual que en Vilarello, entraron al establecimiento cubiertos con pasamontañas y portando una pistola, dejaron varias pistas que podrían resultar decisivas para la resolución de ambos delitos. Una media hora antes del robo, recuerda la camarera del Anel a la que encañonaron y maniataron con cinta aislante negra, los supuestos ladrones estuvieron en el bar tomando refrescos, cerveza y “gominolas”. Los investigadores se llevaron todos los botes y botellas, de los que están intentando extraer huellas, ya que la víctima no logra recordar si actuaron o no con guantes. También se analiza un trozo de la pistola —que, finalmente, parece que era de aire comprimido— que se les rompió dentro del bar. Además, otro hostelero del municipio que los vio rondando por su local de forma inquietante, anotó la matrícula del vehículo que supuestamente habrían utilizado los asaltantes, un Opel Corsa gris. Este dato ha permitido a la Guardia Civil identificar a uno de los principales sospechosos, el dueño del coche, al que han reconocido en una fotografía como uno de los tres hombres que estuvieron en el bar minutos antes de perpetrarse el robo.

Chema Golán, propietario del Anel, relata cómo se produjo el asalto a su local, unos hechos que guardan un paralelismo total con lo acaecido el pasado domingo en Vilarello. Fue el 29 de noviembre, un jueves. Sobre las 23:15, Golán se encontraba en otro establecimiento de hostelería que regenta en Os Ánxeles, mientras una empleada quedaba al frente del Anel. “Xogaba o Deportivo, por iso non fun antes” a cerrar el bar asaltado. Cuando se fueron los últimos clientes del Anel, la camarera “recolleu, fregou e esperou por min”. En ese impás, “apareceron tres homes, enmascarados con pasamontañas. Un quedou na porta e dous entraron. Amarráronlle as mans detrás de mala maneira con cinta aislante” negra y estrecha —la misma con la que, en Vilarello, maniataron a la hostelera Monserrar Otero—. La encañonaron con una pistola que “era de aire comprimido, das que se compran nos chinos” y a la que se le cayó la empuñadura durante el asalto. A la camarera, una joven, “tirárona no chan” sin que ella opusiera resistencia alguna. “Arrancaron a caixa rexistradora” y se la llevaron con toda la recaudación del día dentro, unos 750 euros, calcula Chema Golán.

En base a estas pistas que fueron dejando los ladrones, “a Garda Civil sabe quen son” y está compilando todas las pruebas antes de proceder a la detención de los asaltantes para que la acusación sea lo más sólida posible. Se les podrían imputar delitos contra el patrimonio y el orden socioeconómico y robo con violencia e intimidación. Uno de los investigadores le comentó a Chema Golán que “para Noiteboa igual é moi pronto, pero Fin de Ano poderían pasalo dentro (de la cárcel)”. Si es así, sería todo un alivio para él, su camarera y, sobre todo, para la valguesa Monserrat Otero, con la que los ladrones se emplearon con gran violencia, pateándola, tirándole de los pelos y abofeteándola.