La regeneración de la Carballeira conllevará la tala de ocho árboles muertos o enfermos

Ocho árboles se talarán en la Carballeira de Caldas dentro del proceso de regeneración que el Concello quiere iniciar de inmediato. Los análisis llevados a cabo por la Estación Fitopatolóxica de O Areeiro aconsejan la eliminación de estos ejemplares, de los que cuatro están ya muertos y otros tantos “en mal estado”, indicó ayer el alcalde, Juan Manuel Rey, que dio a conocer la “hoja de ruta” a seguir para mejorar la situación del robledal, en el que se desplomaron el año pasado hasta seis árboles.
Las analíticas, tanto fitopatológicas como del suelo de la feria, ya están concluidas y en poder del Concello. Incluyen fichas individualizadas de cada árbol, explicando sus características en cuanto a la copa y si su estado es crítico o no. Se analizó, también, el nivel de presencia de “armillaria mellea” y “phytophthora”, plagas que generan en ambos casos la pudrición de las raíces. Así, los técnicos de O Areeiro realizan propuestas concretas de actuación en cada ejemplar, incluyendo desde la poda o el abonado, hasta la eliminación en algunos casos o el replanteo. Estos datos se completarán en breve con un estudio “aéreo” de los árboles, para lo que se recogerán hojas de la parte alta de las copas de cara a su posterior análisis.
“Es la primera vez que tenemos un estudio tan determinado y determinante sobre la Carballeira”, resalta Juan Manuel Rey. En base a él, el gobierno local ha   priorizado ya las actuaciones a ejecutar para frenar la degradación del emblemático espacio natural. Se acometerán podas para reducir la copa en algunos árboles, dado que “existe un exceso de altura na maioría”. Por otra parte, se eliminarán dos tocones que “presentan un exceso de armillaria”, explica Rey. Se eliminarán cuatro árboles ya muertos emplazados en distintas zonas de la Carballeira y también se talarán otros cuatro aún vivos pero “en mal estado”. En su lugar se plantarán nuevos ejemplares de “quercus robur”, la especie de carballo con más presencia en la feria. El primer edil calcula que, en dos o más fases, podrían llegar a plantarse unos veinte árboles. “Ya tenemos algunos de buen porte” e incluso el Concello tiene permiso de los propietarios de la parcela colindante (la conocida como finca de María A Recha) para transplantar algunos de sus árboles a la Carballeira. Estos estarían, indica Rey, “en buen estado fitosanitario”.
En cuanto al terreno, se proyectan tareas de descompactación. Siguiendo las recomendaciones técnicas, el abonado posterior será diferente en función de la zona, ya que los análisis han detectado distintos niveles de acidez. Los productos que se utilizarán serán, principalmente, nitrógeno y cal.