Valga recurrirá el fallo que obliga a readmitir a los trabajadores del GES

Valga recurrirá el fallo que obliga a readmitir a los trabajadores del GES

El Concello de Valga recurrirá la sentencia que obliga a readmitir e indemnizar a los extrabajadores del Grupo de Emerxencias Supramunicipal, que se extinguió con 2019. Precisamente esto arguye el gobierno que preside José María Bello Maneiro, es decir, que el servicio ya no existe, por lo que no cabe la readmisión.

El alcalde conservador compareció acompañado por los ediles Carmen Gómez, Begoña Castro y Malena Isorna y anunció que los servicios jurídicos municipales ya trabajan en la interposición de un recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.

Los informes de estos asesores indican, explican desde el Concello, que “é imposible readmitir aos extraballadores” porque el GES no existe. De hecho, el regidor se apoyó en la propia sentencia del Juzgado de lo Social para asegurar que, en uno de los puntos, “o propio xuiz indica que a solución é complicada e debe pasar necesariamente pola negociación entre os exempregados e o Concello”. En este punto, Bello Maneiro se inclina por una indemnización “en base ao que legalmente lles corresponda”, pero advierte de que “parte desa cantidade xa a percibiron como liquidación dos sucesivos contratos”.

Motivos del cese

Asimismo, Bello Maneiro incidió en que las emergencias no son competencia municipal, sino de la Xunta y de la Diputación. En este sentido, recordó que el servicio se inició con un grupo experimental de emergencias integrado por antiguos voluntarios de Protección Civil que “viñan facendo un servizo fantástico e gratuíto no noso Concello”. Después, Xunta y Fegamp crearon los GES y al de Valga se sumaron otros integrantes, hasta alcanzar la docena. El funcionamiento, dijo el regidor, transcurrió con “normalidade” durante los primeros años, pero siempre con “retraso” en las aportaciones de la administración autonómica y provincial. “Aínda así estes traballadores cobraban puntualmente as súas nóminas”, recalcó el alcalde. Pero llegó un punto, defendió Bello Maneiro, en el que las deudas eran tan “importantes” que la situación fue insostenible para el Concello. “En maio deste ano aínda cobramos 41.000 euros pendentes dende 2018”, explicó el regidor. A esto se sumaron, dijo, las denuncias laborales. “Cada un deles reclamaba 16.000 euros ao ano por diferentes pluses”, asegura el alcalde, que aludió a una sentencia favorable para el Concello. También “tivemos que abrir varios expedientes por negarse a facer algunhas das funcións que lles correspondían e ata perdemos de ingresar 80.000 euros en dous anos por non realizar traballos encomendados”. Otro motivo, dijo Bello Maneiro, fue que “era público e notorio o que sucedía coas gardas, nas que ultimamente so había unha persoa”. l

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