“Onte destrózame a casa e hoxe volve a buscar as chaves. Onde din que están os xuíces?”

Indignación es lo que siente José Barcala Cancelo, la víctima del suceso más comentado de estos días. Y es que un familiar accedió en la madrugada del domingo a su vivienda, situada en Cornazo de Arriba, con la intención de llevarse herramientas e hierro, pero el robo se vio frustrado. Una botella de medio litro de caña blanca se cruzó en el camino de M.G.M., de 34 años de edad, que tras pasar toda la noche en el hospital (se cayó y se dio un fuerte golpe en la cabeza) ayer ya se encontraba en libertad.

“Onte vén á miña casa para roubarme, destrózame todo e hoxe xa está de volta e aínda por riba andaba polo xardín buscando as chaves”, asegura Barcala, que pide a las autoridades que actúen con celeridad. “Eu non sei onde din que están os xuíces”, se lamenta.

El hombre se encontraba ayer tratando de arreglar los desperfectos provocados por el ladrón ebrio. Los hechos sucedieron el domingo de madrugada. “El sabe perfectamente os meus horarios porque antes pasaba moito tempo conmigo na casa, axudándome. Teño estado moito con el ata que xa non llo aguantei máis porque non se deixa axudar. Iso é o que non perdoa”, explica la víctima. Varias ventanas y una puerta rota son el saldo de un robo que acabó con el autor en el hospital. La familia de BarcalA Cancelo aclara que el ladrón se cayó ya en su propia casa y de hecho en la puerta se pueden ver todavía enormes rastros de sangre que M.G.M. dejó tras golpearse fuertemente la cabeza.

Fue un vecino el que lo vio y dio aviso a la Policía. Al parecer se cayó tras haberse bebido medio litro de caña blanca que José Barcala elabora en su vivienda. También comió chorizos. “iso é o de menos”. Un caro lote de herramientas que incluía una rebarbadora para cortar azulejos (bastante costosa) es el botín que la Policía Nacional recuperó de las inmediaciones de la vivienda del frustrado ladrón.

Al parecer, M.G.M. también trató de llevarse grandes bloques de hierro que son bastante bien pagados en el mercado de la chatarra. Los tenía ya todos apilados en el jardín pero fue probablemente su estado de embriaguez el que le impidió trasladarlos a la casa de al lado. Sin embargo, la familia de José Barcala cree que podría haber más personas implicadas en el robo, hipótesis que no descarta la Policía Nacional. Tras pasar la noche en el hospital, M.G.M. ya se encuentra libre. El problema es que este hombre es muy conflictivo y vive de “okupa na casa doutro sobriño meu que está en Venezuela e cando vén de vacacións ten que ir a vivir con outro familiar. Xa leva anos tentando botalo e nada”, explica José Barcala. Su hijo teme que vivir puerta con puerta con el hombre que entró a robar en su casa, “despois de todo o que o axudei”, acabe dando problemas. “Hoxe meu pai está cabreado. Se o chega a atopar buscando as chaves...”. Por eso piden que los jueces actúen. “Tamén é o seu traballo”, concluye José Barcala Cancelo.