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jueves | 25 abril | 2024
Pablo Martínez Torrado (Vilagarcía, 1983) asumió, junto a sus hermanos, las empresas de la familia tras la jubilación de sus padres. Ahora han decidido emprender una nueva etapa que supondrá el punto y final para una emblemática tienda, Galerías Eduardo. Pero dicen que cuando se cierra una puerta se abre una ventana...
¿Por qué motivo deciden cerrar la mueblería? Parece un poco inesperado...
Sí lo es. Pero al final las cosas son como son. A mediados del año pasado decidimos hacer una reforma para impulsar la tienda y cambiar el estilo de los muebles que se estaba vendiendo pero a raíz del nacimiento de dos nietos más mi madre decide que prefiere dedicarse más a la familia. Los tres hermanos nos vemos en una tesitura de decir: “Hay que hacer algo con la tienda”. Alguien tiene que asumir la gerencia. A ninguno de los tres hermanos le gusta el sector del mueble especialmente. Le dimos muchas vueltas y sentimos algo de nostalgia.
¿Tuvo algo que ver el momento económico actual?
En un momento dado la empresa se reestructuró y ahora mismo había cuatro empleados. No es que no hubiera ventas para soportar eso. Es cierto que la tienda no estaba como en su mejor momento. Pero ya superó crisis más duras que estas. Es verdad que el sector del mueble no atraviesa el mejor momento por la caída de las ventas de pisos. También influyen las grandes superficies como Ikea. También intentamos que siguiese la tienda sin nuestra gerencia. Se la ofrecimos a los empleados en unas condiciones muy buenas pero dijeron que no se sentían preparados. La tienda podría haber superado esta crisis como superó otras.
¿Que opina su madre?
Ella luchó mucho por la tienda y fue la cabeza visible en los últimos veinte años. A ella le da mucha pena pero también entiende perfectamente que teniendo otras oportunidades cerremos. Si a alguno de los tres hermanos le gustase no cabe la menor duda que seguiría abierta.
¿Recibieron muchas llamadas tras conocerse el cierre?
Sí. Entran muchas personas preguntando por qué se cierra. La gente nos para por la calle, llaman por teléfono... Obviamente tiene una gran repercusión social. Llevamos mucho tiempo funciando y siempre trabajamos muy bien. Muchos vilagarcianos compraron en Galerías Eduardo.
Se va a perder el Belén...
Eso es algo que me pregunta todo el mundo. Mucha gente en Vilagarcía dice que la Navidad empieza cuando se inaugura el Belén de Galerías Eduardo. Estamos en negociaciones para alquilar el bajo y dependerá del inquilino. Pero para las navidades queda tiempo y se pueden pensar muchas cosas. Si no se alquila podremos hacer algo y si no habrá que buscar otra estrategia.
¿En que se van a centrar a partir de ahora?
Las dos patas fundamentales que tenemos de negocios son Seguros la Fe y Pompas Fúnebres Arosa. Son las dos empresas a las que vamos a dedicar más tiempo y recursos. También tenemos otros proyectos que en breve van a dar noticias. Tenemos que destinar el tiempo y los recursos humanos y financieros a estos nuevos planes.
¿Son planes relacionados con las empresas que ya tienen o independientes?
Tenemos planes de ampliación de negocio, que está pendiente de trámites administrativos, y también nuevos negocios.
Lleva aquí toda la vida...
La empresa se abrió en 1946. Yo tengo treinta años. Los tres hermanos nos criamos en la tienda. Antes el portal del edificio atravesaba la tienda. Pasábamos por aquí todos los días y durante las vacaciones estábamos en el almacén o en la carpintería, haciendo piezas de madera... Nos da mucha pena cerrarla pero al final son negocios.
Dígame el primer recuerdo que se le venga a la cabeza
Mi primer trabajo fue en la tienda. Con catorce años ayudaba a repartir muebles en verano. Después de vender una póliza de seguros con diez años, por lo que me dieron una pequeña comisión, mi primer sueldo fue ese. Me acuerdo perfectamente que tuve un verano espectacular porque había cobrado 25.000 pesetas por trabajar un mes y para mí de aquella era mucho dinero. Fue un verano muy diferente a lo que estaba acostumbrado.
Para Vilagarcía es un nuevo palo económico...
Estoy convencido de que si alguien alquila el bajo se va a crear más empleo del que había actualmente en Galerías Eduardo. Eso por una parte. Y por otra tenemos proyectos en Vilagarcía y también en otros concellos.
